Sobrepasa su límite la histeria antinacional de la banda del traidor surcoreano Lee Myung Bak. Hace poco, por la instigación de esa camarilla, el grupo de asuntos internos de una unidad militar surcoreana, estacionada en la ciudad de Inchon, colocó al descuido en las paredes y puertas los retratos de los grandes hombres del monte Paektu y escribió en sus bordes unas palabras tan malas que dan pena repetir. La declaración publicada al respecto por el portavoz de la Comandancia Suprema del Ejército Popular de Corea produce grandes repercusiones entre los habitantes coreanos. Citado por l...