El dinero del Estado para el TAV, en el alero

Y seguimos con el tema de los ajustes presupuestarios, que también van a afectar a las grandes obras públicas. Dice el diario Gara de hoy que: El Ministerio de Fomento estudia a contrarreloj cómo sacar de sus presupuestos unos 4.000 millones de euros. El miércoles ofrecerá un primer detalle, pero se avanza un retraso de dos o tres años en el Superpuerto de Pasaia, se duda que el TAV llegue a Gasteiz y Castejón en 2016, y quedan en el alero las obras en nuevas cárceles o aeropuertos.

Fomento ha filtrado que intentará dar prioridad al TAV, y probablemente más en Euskal Herria por razones políticas. El convenio Madrid-Lakua firmado en 2006 y el suscrito hace apenas un mes con el Gobierno de UPN otorgan además al Estado un cierto «colchón», ya que el Gobierno de Gasteiz asume toda la obra en Gipuzkoa y la Hacienda navarra adelanta los pagos del tramo Iruñea-Castejón. Sin embargo, las devoluciones posteriores quedan en entredicho, y sobre todo no hay garantías de que Madrid vaya a conseguir llevar la línea a tiempo ni a Miranda de Ebro ni a Castejón, lo que haría que todas las prisas de los gobiernos de Iruñea y Lakua fueran en vano.

A 2016 se podría llegar con una especie de «K» ya construida, pero «colgada» en el vacío: la «Y vasca» y el ramal del llamado «corredor navarro», quizás sin continuidad ni por el sur ni por el norte, donde un debate mucho menos politizado y más técnico y racional ha hecho que se multiplique la oposición de los electos locales.

El caso más grave sería el navarro, ya que UPN ha embarcado a la Hacienda en una operación en la que asume el coste íntegro de los intereses del crédito necesario para anticipar las obras. Miguel Sanz dijo en abril que la alta calificación dada a Nafarroa por Standard & Poors había permitido un crédito cómodo, en el que se perderían «sólo 45 millones», pero es sabido que posteriormente esa agencia ha bajado la nota.

Queda en duda si Fomento puede mantener el ritmo de gasto también en el Canal de Navarra, en el que este 2010 se pensaba gastar mucho dinero: 83 millones de euros.

Si se impone una paralización general de proyectos, las prisas de los últimos meses podrían dar lugar a auténticos escándalos. Un buen botón de muestra es el del pabellón Reyno de Navarra Arena, que se construye a gran velocidad a unos metros del estadio de El Sadar con un presupuesto inicial de 60 millones. Forma parte del Plan Navarra 2012, pactado con el PSN. El complejo incluye un pabellón para 10.000 personas y un frontón para 3.000, dotaciones a todas luces innecesarias en el actual panorama deportivo navarro.

Mientras tanto, el secretario general del PSN Roberto Jiménez, en una entrevista en Diario de Noticias sobre la crisis y el recorte presupuestario, afirma que no habrá ningún problema:

¿Qué va a pasar con el TAV?

No tengo ningún dato que me haga pensar que no se van a cumplir los compromisos. La financiación del corredor navarro está garantizada.

¿También la del tramo Castejón-Zaragoza, que es de Fomento?

Se buscará una solución inteligente para que no haya retrasos. No tengo ningún miedo de que ambos proyectos irán acompasados.