El coste de construir carreteras en el Estado español es el doble que las alemanas

Este demoledor titular lo leemos hoy en el diario Gara: Construir una carretera en el Estado español cuesta el doble de dinero que en Alemania (y quien dice carretera dice TAV, incineradora, Canal de Navarra...). Y ello a pesar de que el sueldo medio en el Estado español es exactamente 800 euros menor que en Alemania. De que el hormigón también resulta más barato, y otro tanto ocurre con los puentes. Y sin embargo, mirando el montante total construir una carretera en el Estado español resulta mucho más caro que en Alemania: el doble, según las conclusiones de un informe reciente del Tribunal de Cuentas Europeo. El Gara no lo dice, pero ¿no tendrá esto nada que ver con los tejemanejes de los partidos en el gobierno, y sus tramas de financiación irregular que benefician tanto a políticos como a constructores... ??

Las carreteras del Estado español son las más caras de los cuatro países auditados, con un coste medio total de 496.208 euros por metro cuadrado frente a los 445.129 de Polonia, los 357.051 de Grecia y los 287.043 de Alemania. Si se toma en cuenta solo lo que ha costado la construcción, no el total del proyecto, en el Estado español asciende a más del doble que en el germano: 369.501 por 171.868.

El Tribunal de Cuentas Europeo apunta algunos procedimientos o fases en los que se detectan de modo habitual esos desfases económicos, lógicamente sin llegar a hacer hipótesis añadidas sobre por dónde se pierde dinero. Así, para empezar constata que en los procesos de adjudicación habitualmente el Estado español no se decanta por las opciones más económicas, como sí ocurre en otros puntos. También señala el órgano fiscalizador a las desviaciones presupuestarias posteriores, muy habituales en la obra pública en todo el territorio estatal, incluida Euskal Herria.

Junto a las adjudicaciones y las desviaciones, el Tribunal de Cuentas Europeo incluye una tercera crítica. Apunta que se han constatado justificaciones erróneas para esas carreteras, sobre todo previsiones inexactas del volumen de tráfico. En otras palabras, que no eran necesarias o al menos no en la dimensión escogida para la vía.

El estudio tendrá consecuencias, ya que el Tribunal de Cuentas Europeo insta a la Comisión a «analizar las diferencias en el coste de construcción entre estados miembros para determinar las causas de las considerables diferencias de precio y garantizar que en lo sucesivo se apliquen las mejores prácticas».

En los últimos años en Euskal Herria pueden encontrarse ejemplos que encajan como un guante en estas cuestiones. Por ejemplo, la autovía Irurtzun-Andoain constituye un buen ejemplo de los defectos en las adjudicaciones. Ya en informes realizados desde 1992 la Cámara de Comptos había puesto de relieve graves irregularidades en los concursos, pero fueron desatendidas por las instituciones. Solo se empezó a mirar a las constructoras cuando en 1994 afloraron los primeros datos sobre el sospechoso incremento patrimonial del ex-presidente foral Gabriel Urralburu, y luego sobre su consejero de Obras Públicas Antonio Aragón.

Otros ejemplos de sobrecostes y falta de justificación de infraestructuras los tenemos "a porrillo" a nuestro alrededor. Uno de los casos más significativos de sobrecostes es el de la AP-1 que une Bergara y Gasteiz. El Tribunal Vasco de Cuentas Públicas constató incrementos del 52% respecto al importe original en el tramo Eskoriatza Norte-Arrasate. Llamó la atención además sobre el incremento adicional del 22%, sin amparo en modificación contractual alguna. En cuanto a la dudosa justificación de algunas obras, la autopista SuperSur de Bizkaia centra las miradas. La Diputación bizkaina ha reconocido que por la variante no estan pasando ni siquiera la mitad de los vehículos que se habían calculado inicialmente.

Actualización (27-ag): Nos informan de que se puede leer la nota de prensa oficial en castellano en la web del Tribunal de Cuentas Europeo, y también conseguir el informe completo en castellano (archivo pdf, 2,2 Mb).