El Calor de Islandia

nairobitarzaleak 1456151749136 Nairobitarra | 2007-06-21 12:03

Josu nos comentó que debido a una corriente proveniente del golfo de México, Islandia es un lugar más calido que otras tierras que se encuentran en la misma latitud.

Nosotros quisimos comprobarlo pero… la verdad es que los 15 días que estuvimos en pleno verano no subió el mercurio de los 6 ó 7 grados y no se si fue uno o dos los días que no llovieron. Sin embargo no pasamos frío, quizás algún momento en las manos o en los pies sí pero… lo más importante, el calor humano que sentimos y compartimos en la furgoneta que hizo que en todo momento pudiéramos saborear las excelencias de aquel país.

En Islandia regresas a los orígenes de la tierra, toda la isla es un gran campo de lava que dependiendo de su antigüedad se encuentra más o menos cubierto por un manto de humus en el que la hierba crece alimentada por la gran cantidad de minerales.
Se pueden ver fallas, volcanes, glaciares, icebergs a la deriva por un lago que desemboca en el mar, se pueden hollar cráteres enormes de volcanes ya apagados, desde la misma costa hay días que puedes vislumbrar las ballenas nadando y jugueteando en el agua, nosotros no tuvimos esa suerte.

Islandia es el país de los jeisers, de las aguas termales, las fumarolas… en las piscinas públicas de cada pequeño pueblo tienen piscinas de aguas caliente y jacuzzis a distintas temperaturas y además están provistas de unos enormes toboganes para obligarte a salir al frío con el atractivo de una bajada deslizante.
Desde que mi vida va sobre ruedas, Josu se ha ofrecido una y mil veces para que vaya con el de viaje dispuesto a ayudarme en lo que haga falta, pero en este caso nos presentamos los tres hijos de 10 y 12 años y Koki empujando mi silla de ruedas, para entonces Josu ya había completado el grupo para llenar con la furgoneta con Maritxu y Juan Martin por un lado y Alvariño por otro.

Fueron  15 días inolvidables, la primera noche montamos la tienda del remolque que la furgona arrastraba pero… fue la única, los demás días preferimos el calor humano aunque estuviéramos un poco más prietos.

Josu una vez más nos sorprendió gratamente, había elegido unos compañeros de viaje perfectos, Maritxu y Juan Martin una pareja entrañable, buenos conversadores, tranquilos e informados, ese tipo de gente a la que puedes estar escuchando durante horas porque siempre cuentan cosas interesantes… una gozada.

Alvariño, biólogo, no solo conoce la flora y fauna sino que sabe de sus hábitos y costumbres, además de conocerlo le gusta enseñarlo y tiene una paciencia enorme, fue una maravilla ver como los hijos preadolescentes prestaban mucha atención a sus explicaciones, un aprendizaje difícil de olvidar.

Recuerdo un día que Adi vino alucinado porque Alvariño le contó que al acercarse al nido de un Charran Ártico, si tenían crías los padres abandonarían el nido para despistar al posible predador y que seguramente uno de los charranes adultos se haría el herido para que el predador fuera a su captura en vez de fijarse en el nido y así fue según se acercaron al nido uno de ellos comenzó a mostrar como tenía un ala rota, comenzaron a seguirlo hasta que unos metros más allá alzo el vuelo sin ningún problema.

También recuerdo un día que paramos la hurgona en una zona de nidos y se bajo Alvariño caminó junto a Adi, levantaba la mano ya que los los charranes árticos atacan en cuadrilla (como la película de hitcot) al punto más alto en este caso la mano y no la cabeza, luego Alvariño se agachó y los charranes comenzaron a aproximarse a la cabeza de Adi en sus vuelos en picado, quien no dudo ni un momento en salir corriendo a limpio grito ante la carcajada de todos los demás por verlo aparecer asustado y lleno de excrementos de aves.

Dicen los que atraviesan Islandia en bicicleta, nosotros coincidimos con Ane a quien Josu le había llevado la bicicleta que lo más complicado de la vuelta a Islandia aparte de los fuertes vientos son las zonas de nidos de charranes que te atacan y llegan a tirarte al suelo.

Como todos bien sabéis, Josu nos impregno de información del país de sus costumbres, tradiciones y de su historia, con él no sólo conoces un país sino que en muchas ocasiones lo desmenuzas y saboreas aderezado con historias que el ha leído o contado por personas que viven allí y Josu conoce y te presenta.

Pero… como en todos los viajes tuvimos nuestros improvistos, un día rulando por una pista de tierra alguien abrió la ventanilla y dijo que oía un ruido raro, paramos y nos encontramos la rueda del remolque destrozada, la cubierta había desaparecido, solo quedaba una llanta viuda y abollada. Todos confiábamos en la gran experiencia de Josu en reparaciones de este tipo pero esta vez nos decepcionó no fue capaz de reparar aquel pinchazo, la rueda tuvo que ser sustituída por la de repuesto.

Josu, aprovecho estas líneas para agradecerte aquel viaje en mi nombre en el de Koki y nuestros hijos que nunca lo olvidaran. Durante los viajes en grupo, siempre se aprenden muchas cosas, con la convivencia diaria, recuerdo que en Islandia siempre comprábamos pan de molde caducado debido al alto precio del pan del día, una buena lección para aprender a valorar lo que tenemos y en nuestro caso una doble lección pues los hijos ya no quieren saber nada con el pan de molde.

Hoy cumples 50 años pero espero que cumplas otros 150 para que mucha más gente pueda seguir disfrutando de tu compañía.

Besos


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