"¿Quién quiere quemar los residuos?" 07 - La fuerza del cemento

gipuzkoasinincineradora 1456133263317 Gipuzkoa Sin Incineradora | 2010-11-10 18:21

Capítulo 07 del artículo "¿Quién quiere incinerar los residuos" de Mikel Peruarena, publicado originalmente en euskara bajo el título "Zeinek erre nahi ditu hondakinak?". Es continuación de Introducción, 01, 02, 03, 04, 05 y 06.

07 La fuerza del cemento

Neumáticos, lodos de depuradoras, electrodomésticos, plásticos... La industria cementera no va a permitir que se desperdicien miles de toneladas de residuos, pudiendo ser aprovechados en sus hornos, para los cuales podrían llegar a constituir hasta un 37% del combustible usado. Las empresas vascas han sido “pioneras” en el empeño de no dejar que los residuos se echen a perder. El 11 de junio del 2003 Cementos Lemona y Cementos Rezola firmaron un acuerdo con el Gobierno Vasco titulado Acuerdo Voluntario para la Consecución de un Desarrollo Sostenible, al que sucedieron otros más del mismo tenor. Las empresas asumían el compromiso de mejorar las condiciones medioamientales del sector cementero. Y de paso, incluyeron en el acuerdo el objetivo de “valorizar” los residuos.

Las instituciones conocen que la industria cementera es una de las más contaminantes, su actividad es de las que más CO2 vierte a la atmósfera; pero también saben las instituciones que la industria del cemento tiene prioridad. ¿Cómo construir, de otro modo, los viaductos de las autovías, los túneles de los trenes de alta velocidad, los edificios de viviendas, las presas, etc? Incluídas Galicia, los Paises Catalanes y Euskal Herria, el español es el estado que más cemento consume en Europa: se come el 20% de todo el cemento consumido en la UE de los 25. Según datos del Banco de España, en 2005 el Estado Español contaba con 1,54 viviendas por familia. Lo cual es lo mismo que decir la tasa más alta del mundo. En carreteras, Alemania es el único país europeo con más autopistas y autovías. También es España uno de los mayores consumidores de cemento del mundo. En 2007 entre España, Euskal Herria, Galicia y los Paises Catalanes, el consumo de cemento por habitante se situó en los 1.248 kilos. Puestos a comparar, durante el mismo año, Luxemburgo consumió 1.275 kilos por habitante; pero Italia usó 748 kilos de cemento por persona, Alemania 331, Dinamarca 340... Son cifras a tener en cuenta, ya que la industria del cemento propone a Alemania como ejemplo a seguir en políticas de incineración: Alemania consume cuatro veces menos cemento que el Estado Español.

Las empresas cementeras de España y Euskal Herria han cosechado pingües beneficios durante las últimas décadas, como resultado del citado consumo. Cementos Rezola y Hormigones y Minas facturaron 646 millones de euros entre 2001 y 2005, en seis años (35). Cementos Rezola es líder en Araba, Bizkaia y Gipuzkoa: fabrica el 60% de todo el cemento que éstos consumen. Cementos Lemona posee unas dimensiones y facturaciones similares, y la fábrica de Cementos Portland Valderribas en Olazti tiene una mayor capacidad de fabricación. Estas dos últimas empresas pertenecen al grupo FCC.
 
Entre los dueños del grupo FCC tal vez sean las hermanas Koplowitz sus personajes más conocidos por el público. Esther Koplowitz ostenta la presidencia del comité de estrategia de FCC, siendo a su vez vicepresidenta de Cementos Portland Valderribas. En octubre de 2005 FCC compró a Iberdrola el 8% de las acciones de Cementos Portland Valderribas, llegando así a controlar el 66,8% de la empresa. Los directivos de FCC tenían clara su estrategia a la hora de lanzarse a esa operación: triplicar su volumen de negocio en tres años. En su intento por controlar el sector del cemento, a inicios del 2006 lanzaron una oferta pública de adquisición de la totalidad de Cementos Lemona. En junio del mismo año compraron el 51% de Uniland, tras poner sobre la mesa 1.092 millones de euros. Con esta adquisición Cementos Portland Valderribas se convirtió en la primera cementera de España y una de las primeras del mundo, un emporio que controla 15 fábricas de cemento, 170 plantas de hormigón, 63 canteras y 18 plantas de fabricación de mortero, esparcidas por todo el mundo. Tiene capacidad para producir 18,8 millones de toneladas de cemento. En 2002 Cementos Portland Valderribas facturó 841 millones de euros (36), en 2005 facturó 978 millones y en 2007 quería llegar a facturar 1.800 millones de euros.
   
Coincidiendo con que la construcción de vivienda nueva entraba en crisis, se aceleró la construcción de los nuevos cinturones viales de Donostia y Bilbo y el tren de alta velocidad. ¿Tal vez por pura casualidad? En 2007 tocó techo el consumo de cemento en España, que se comió 56 millones de toneladas. En 2008 se consumieron 42,7 millones de toneladas. Para enero del 2009 el consumo de cemento más que caer se había despeñado en un 52%. Durante los primeros diez meses de 2009 se consumieron 24,4 millones de toneladas (37). A decir de la Asociación de Empresas de Canteras de Bizkaia, el consumo de agregados cayó un 20% en 2008, y en 2009 volvió a caer otro %6 más (38). Según los datos ofrecidos por la sociedad Oficemen en noviembre de ese año, el consumo cayó sin interrupción durante 22 meses. Oficemen reconocía sus esperanzas en el Plan E puesto en marcha por el Gobierno español, pero, aun reconociendo el esfuerzo gubernamental, se lamentaba de la escasez de obra civil.

La recesión económica interrumpió el incremento de lo beneficios de empresas cementeras a lo largo de varias décadas, incremento que parecía no tener fin. El ministro español de Fomento José Blanco ofreció el pasado mes de mayo de 2010 la imagen dramática de la crisis del cemento, al anunciar un recorte de 6.000 de euros. Los promotores de obras públicas y beneficios privados se llevaron las manos a la cabeza, a la vez que se preguntaban a qué empresas en concreto  afectarían los recortes.

«El hormigón es la segunda sustancia más consumida en la Tierra después del agua y es un producto esencial e irremplazable para la construcción»: la frase incluída en un informe patrocinado por CEMA, Oficemen, Cembureau y Sustainable Energy Europe da cuenta del poderío de la industria cementera. El documento lleva por título Producción sostenible de cemento. La recuperación de residuos como combustibles y materias primas alternativas en la industria cementera (39) y en él encontramos también el  pasaje que sigue: «El cemento es un producto esencial que cubre las necesidades de la sociedad, proporcionando viviendas seguras y confortables e infraestructuras modernas y fiables. (...) La industria cementera europea tiene el compromiso de asegurar que la sociedad disponga de suficiente cemento para cubrir sus necesidades y, al mismo tiempo, reducir el uso de combustibles y materias primas no renovables, disminuyendo así las emisiones. La recuperación de residuos en la industria cementera, también llamada coprocesado, contribuye a alcanzar estos objetivos». Se acabaron los buenos tiempos del cemento, pero no así la fuerza del cemento. O matizando un poco más, el lobby del cemento tiene más fuerza que el propio cemento. No hay más que ver cómo, desde que descendió el consumo de cemento y hormigón en el sector de la vivienda, se han acelerado durante los últimos años la ingeniería y la obra civil, carreteras, puertos, nuevas vías de ferrocarril...

Terminada la construcción del segundo cinturón de autopista de Donostia, algunos diarios de Gipuzkoa distribuyeron un suplemento publicitario dedicado al tema. El escritor Anjel Lertxundi usaría mas tarde para titular una de sus columnas diarias esta frase contenida en el citado suplemento: “Somos cemento y es el cemento lo que nos une”. No quedó claro de quién había partido la iniciativa de publicar el suplemento promocional, si de la Diputación Foral, de las empresas que participaron en la obra o del lobby Gipuzkoa Aurrera. Tal vez no sea eso lo más importante, si es que de verdad se tiene fe en la fuerza de unión que posee el cemento.

NOTAS:
(35) En seis años produjeron 7,5 millones de toneladas de cemento, 9 millones de toneladas de agregados, eta 2 millones de metros cúbicos de hormigón.
(36) En aquellos tiempo ese dinero d aba para construir cinco incineradoras como la de Zabalgarbi.
(37) Son cifras equiparables a las de 1997; el consumo de cemento ha retrocedido a cifras de hace doce años. Durante todo el 1997 se consumieron 26,8 millones de toneladas de cemento.
(38) La asociación empresarial proporcionó otro dato significativo: el %85 de los agregados se usó en obra publiko y sólo el %15 en construcción de viviendas, durante  el 2009. La asociación afirmó que «los agregados son, hoy día,  materias primas sin alternativa», explicando que se usan para la fabricación de hormigón y asfalto para carreteras, infraestructuras y viviendas. En el año 2009 los principales consumidores de agregados en Bizkaia fueron, entre otros: las obras del Tren de Alta Velocidad, la vía Supersur, las obras de extensión del metro de Bilbao hacia Basauri y la Margen Izquierda, la ampliación del puerto de Bilbo, las obras del corredor del Kadagua y los trabajos de ampliación de los accesos al aeropuerto de Loiu
(39) Producción sostenible de cemento. La recuperación de residuos como combustibles y materias primas alternativas en la industria cementera,. original en castellano.



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