Nuevo blog sobre la incineración: "Nork erre nahi ditu hondakinak?"
El periodista Mikel Peruarena ha puesto en marcha el blog en lengua vasca "Zeinek erre nahi ditu hondakinak?" (que podemos traducir como "¿Quién quiere quemar los residuos?"). Su autor anuncia que cada lunes publicará un nuevo capítulo de lo que define como largo artículo. Traducimos aquí (con la reserva de las correcciones que se nos hagan) la primera entrega, presentación del trabajo.
¿Quién quiere quemar los residuos? 00 - Presentación
Nadie quiere quemar residuos. Pero llevan cinco años quemando residuos urbanos en Bizkaia, en Gipuzkoa quieren empezar en 2013 y en Nafarroa han anunciado otra planta de incineradora más. Nadie desea incinerar los residuos... ¿O tal vez sí? ¿Quién quiere quemar los residuos? ¿Quién se beneficia de quemar residuos? ¿Qué gana con ello?
Este artículo pretende responder a esas preguntas. No es el objetivo de este artículo el aclarar los perjuicios que la incineración de residuos puede acarrear a la salud humana. Siempre hay peligros, más o menos grandes, en la quema de cualquier material. Puede resultar segura o no, como ocurre con la energía nuclear. Todo, incluso un explosivo, es seguro, hasta que ocurre un accidente.
La Unión Europea concretó una clara jerarquía en la gestión de los residuos: en primer lugar, la prevención, para reducir la generación de residuos; a continuación, lo que no se ha logrado reducir por la prevención debe ser reutilizado; el siguiente paso es reciclar lo resultante; tras haber dado esos tres pasos, hay que recuperar los residuos restantes, recuperando los materiales que en ellos existen; tras esos cuatro pasos, el resto de residuos debe ser “valorizado” –y para ello existen tecnolgías como la biometanización, la incineración y otras-; el último recurso para los residuos que no han podido ser susceptibles de ninguno de esos cinco tratamientos citados es el de ser depositados en vertedero, la última opción. Por tanto, la incineración es la penúltima de las opciones; la penúltima oportunidad qu resta antes de ser arrojado al vertedero; el quinto de entre los seis tratamientos posibles. Y sin embargo, las diputaciones de Bizkaia y Gipuzkoa han optado por la incineración.
También dio otra orden la Unión Europea: para 2016 deben estar cerrados los vertederos; en ellos sólo podrán ser depositados residuos inertes, es decir, sólo podrán ser arrojados a los mismos los residuos que no hayan tenido ningún otro tratamiento dentro de la jerarquía descrita. De este modo, a los agentes que gestionan los residuos no les quedan más que dos opciones:
1.- Cumplir estrictamente con la jerarquía de tratamientos decidida por la Unión Europea y tratar todos los residuos con los cuatro primeros pasos citados, es decir, poner en marcha un proyecto del tipo Residuo Cero, sin incinerar nada.
2.- Poner en marcha un modelo de gestión basado en un tratamiento como el de la incineración de residuos.
Si en 2016 no va a haber vertederos, o bien se recuperan todos los residuos, o bien se incineran, no hay otra opción. Las diputaciones forales de Bizkaia y Gipuzkoa han apostado por la segunda opción, al igual que el Gobierno de Nafarroa, no así la de Araba; y en Baiona se preve una planta de “valorización” de residuos, habiendo descartado el sindicato Bil eta Garbi las tecnologías de incineración. Por decisión de sus autoridades, nabarros, bizkainos y gipuzkoanos han tomado sobre sí los riesgos que acarrea la incineración. Resulta esclarecedor el hecho de que los planes de gestión de residuos de las diputaciones de Bizkaia y Gipuzkoa hayan sido redactados por una misma persona. Y que el instituto creado por esa misma persona haya diseñado el plan de Nafarroa. Este artículo se inicia sobre la base de ese hito, resulta lógico que partamos de él para responder a la pregunta de “¿Quién quiere quemar los residuos?”. Este artículo pretende señalar el camino, sin dejarnos cegar por los hitos.
Mikel Peruarena Ansa
Hernanin, 2010eko irailaren 12an
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