UPN plantea abaratar la estación del TAV y dividir en fases la construcción de edificios
Y no solo la ministra de Fomento, también el gobierno navarro de UPN sigue empeñado en construir el TAV... y su estación en Etxabakoitz. Lo dice hoy el Diario de Noticias, que indica que UPN pretende hincar el diente de inmediato a la complicada operación de la construccion de la estación del TAV y las viviendas que la circundarían. En todo caso, consciente de las limitaciones del desarrollo del PSIS del TAV en la coyuntura actual, los regionalistas plantean ahora dividir la operación en fases y se baraja además rebajar el presupuesto de la nueva estación.
La consejería ya ha encargado la hoja de ruta de la operación a un equipo técnico, que se encuentra redactando una propuesta de zonificación para acometer el proyecto en fases. Aunque los detalles están por determinar, ya se sabe que la zona por donde comenzar lindaría con el término municipal de Barañáin. Allí se construirían 1.682 viviendas, según ha informado esta semana la consejería de Fomento, se urbanizaría toda esa zona de Etxabakoitz y se crearían nuevos viales hacia Barañáin.
Fomento ha indicado esta semana su intención de actuar en este entorno esta misma legislatura dentro de una fase que también afectaría a la zona de los terrenos de la estación. Al margen de las nuevas viviendas junto a Barañáin, se buscaría intervenir en la zona en la que se instalarían las nuevas vías y la estación. El objetivo sería derribar los edificios abandonados del entorno, liberar la zona del bucle ferroviario y pensar ya en la nueva estación. No en vano, el proyecto se sufraga fundamentalmente por una doble vía: las empresas promotoras se encargan de la urbanización y de las indemnizaciones (incluida la de Inquinasa) y el Ayuntamiento se encarga de pagar la estación.
El consistorio pamplonés pagaría la nueva terminal con el dinero que sacase de la venta a promotoras de los terrenos ahora ocupados por el bucle ferroviario de San Jorge. En principio se estimó que la estación costaría unos 110 millones de euros, si bien ahora se barajan opciones más económicas.
Uno de los problemas de esta complicada operación es vender terrenos. Otro de los escollos tiene que ver con los plazos. El proyecto de reparcelación imprescindible para comenzar con los realojos necesitará al menos dos años para aprobarse. A partir de ahí se podría comenzar con los realojos siempre que fuesen fuera del barrio. Los realojos en las nuevas viviendas de Etxabakoitz podrían necesitar como mínimo otros dos años.
Durante el mes de octubre el Consorcio del TAV prevé reunirse con el fin de estudiar la propuesta de zonificación de las fases del proyecto y podría dar permiso a que se inicie la propuesta de reparcelación.
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