El Gobierno de Navarra asume un año de retraso en las obras del TAV y no descarta que sea más

En la edición en papel del Diario de Navarra de ayer domingo se podia leer de manera amplia como el Gobierno de Navarra admite que las obras del TAV navarro, que deberían estar concluidas para el año 2015 de acuerdo al convenio firmado con el Estado, acumulan ya un retraso cercano al año. En principio, la demora se debería al proceso de expropiaciones, pero en el fondo del asunto está la crisis económica, que podría conducir a que el Estado necesite mayores plazos, algo que posiblemente se concrete en Septiembre.

La edición digital del Diario de Navarra tan solo trae (con otras palabras, claro) lo de arriba, pero sin embargo, en el Gara de hoy se puede ver un resumen mas extenso de "lo de ayer":

En la información realizada por el rotativo navarro se descubre el dato que el anterior presidente, Miguel Sanz, evitó dar en el Parlamento cuando fue preguntado por ello. Los intereses del crédito solicitado para anticipar esta obra, y que corren exclusivamente a cargo de Nafarroa porque así se estipuló en el convenio entre Miguel Sanz y el entonces ministro José Blanco, suponen a las arcas navarras unos 45 millones.

Este gasto extra obviamente será dinero tirado a la basura si el Estado no acomete a tiempo su parte de la obra, desde Castejón a Zaragoza, en la que no hay avances. El nuevo consejero de Obras Públicas, Luis Zarraluqui admite que el asunto inquieta: «Con el último ajuste presupuestario, el Ministerio de Fomento ha tenido un recorte importante. Sabemos, porque hemos llamado, que ahora ellos están trabajando en el ajuste. No descartamos que en esa reprogramación de los plazos de las obras a las que tendremos que hacer frente en cualquier caso, porque existe ya una demora, se pueda ver afectada también por dicho ajuste», añade.

La pregunta pendiente es qué pasa con el dinero que ya ha gastado Nafarroa para anticipar esas obras. Así, este ejercicio están presupuestados 134 millones para el TAV, que se mantuvieron intactos en junio pasado cuando Barcina ejecutó un recorte presupuestario prácticamente del mismo montante: 132 millones.