Cementos Portland inicia los tramites para convertirse en incineradora

En otras ocasiones ya hemos hablado de Cementos Portland de Olazti, y de su implicación en la construcción de grandes infraestructuras como el TAV, a través de la producción de hormigón. Hemos hablado de los problemas que se han producido en el ayuntamiento, con varias dimisiones en esta legislatura, y también del expediente que le abrieron por tirar el precio del cemento para desacerse de la competencia.

Ahora, Cementos Portland de Olazagutia ha iniciado los trámites para usar residuos como combustible en su planta de Olazagutia. Cementos ha presentado ante el Departamento de Medio Ambiente del Gobierno de Navarra una solicitud para modificar la Autorización Ambiental Integrada (AAI) y poder usar biomasa (residuos forestales) como complemento al coque de petróleo que se emplea hasta ahora. La biomasa no supone sin embargo el punto de llegada, sino una escala intermedia en el plan de acción de Portland, que aspira a incinerar otro tipo de residuos, al igual que en el resto de sus plantas en España. 

La quema de este tipo de residuos genera sin embargo una fuerte resistencia social en Sakana y especialmente en Olazagutia, donde se duda de la seguridad de este tipo de prácticas y de su impacto en el medio ambiente. 

Así, la plataforma Sakana Bizirik se manifestó el pasado sábado en contra de esta incineración, a través de una concentración (Gara, Diario de Noticias, comunicado íntegro en Nafarroan.com).

En ella, Sakana Bizirik quiso denunciar el hecho de que el grupo cementero no haya mantenido su palabra. Al mismo tiempo, manifestó que «no es bueno para nadie que se elija el camino de la imposición para materializar un proyecto de incineración que no quiere nadie».

Según apuntó Sakana Bizirik, la puesta en marcha de la incineradora de Olazti representa el inicio de la incineración de residuos en el herrialde, lo que considera un problema. Los opositores a este proyecto creen que, de esta manera, se está dejando en manos privadas la decisión de ubicar una actividad «muy peligrosa y perjudicial para la salud y el desarrollo de la zona».

En opinión de la plataforma, la actividad de incineración de residuos entraría en competencia con la recuperación y el reciclaje, y no contribuiría al fomento de la reducción de residuos. Por todo ello, hizo un llamamiento a toda la sociedad navarra para que tome conciencia de la situación que se daría si la multinacional abriera la incineradora. La plataforma exigió que no se conceda ninguna autorización que pueda permitirlo.

Sin embargo, una parte de los trabajadores de la factoría se han posicionado a favor de la incineración, con el argumento del mantenimiento de la actividad de la planta.