Pastoral Proiektua

0.      INTRODUCCIÓN

 

La realidad actual nos hace sentir la necesidad de “algo nuevo”, que en términos más concretos, puede definirse como la búsqueda de nuevas formas de organización y acción pastoral, un nuevo modelo o “estilo” pastoral que, yendo más allá de una mera reestructuración pastoral, promueva la acción evangelizadora y misionera.

 

Es lo que se quiere conseguir al presentar este Proyecto Pastoral, como un instrumento que motive nuestra tarea pastoral y coordine los esfuerzos de unos y otros para una mayor y mejor evangelización de nuestro pueblo, que es la tarea esencial de nuestra Iglesia, la Unidad Pastoral de Oñati.

 

El Proyecto de la Unidad Pastoral de Oñati debe estar incardinado en el modelo de Iglesia, “Una Iglesia al Servicio del Evangelio” y el “Programa Pastoral 2005 – 2010”, que están en vigor en la Diócesis de San Sebastián.

 

La piedra angular del Proyecto es el Evangelio y el objetivo y misión fundamental del mismo es, por tanto, difundirlo y anunciarlo.

 

A la hora de elaborar el Proyecto contemplamos la realidad actual de nuestra Unidad Pastoral. A este respecto, el “Análisis” previo realizado al efecto, trata de determinar la posición de partida, desde la cual encaminar los pasos hacia la Iglesia que quiere ser, para ello deben concretarse los objetivos y establecer las acciones que hagan posible realizar la andadura que se pretende poner en marcha.

 

1.      ANÁLISIS DE LA REALIDAD

 

Del documento sobre el pueblo de Oñati confeccionado al efecto, que desarrolla su contenido en dos capítulos, entresacamos la siguiente síntesis:

 

1.1 Aspectos geográficos, demográficos, socio – económicos y de servicios.

 

1.1.1  Oñati es una población que se halla fuera de las vías de comunicación generales de Guipúzcoa. Esta circunstancia ha dificultado, en su historia, su expansión industrial y su crecimiento demográfico, aunque en la actualidad parece atravesar por momentos más dinámicos.

Está constituido por un centro urbano y 16 barrios que la circundan.

Su población ha permanecido durante muchos años en torno a los 10.500 habitantes, no llegando a superar el límite de los 11.000.

Es un pueblo euskaldun. La mayoría de sus habitantes habla el euskera. Hoy día, apenas tiene paro laboral. Su industria principal está en pleno desarrollo, como se ha señalado más arriba.

El sector de la educación abarca todos los niveles, desde las guarderías, educación infantil, educación primaria y secundaria obligatorias y bachillerato, además de algunas especialidades en el campo universitario.

En general podemos afirmar que su status, en todos los órdenes, se sitúa al nivel de las mejores poblaciones de la provincia.

 

1.2 El mundo religioso, en lo relativo a los aspectos eclesial y de pastoral.

 

1.2.1        Oñati tiene en su municipio tres parroquias, dos parroquias rurales pequeñas, que van perdiendo población residente, y una más situada en el centro urbano. Además del Santuario de Aranzazu y su Casa de Ejercicios, centros de gran irradiación espiritual sobre toda la Comunidad Autónoma, regentada por los PP Franciscanos y las Hnas. Franciscanas de la Inmaculada, respectivamente, la Unidad Pastoral de Oñati tiene otros dos conventos de religiosos y cuatro comunidades de religiosas, todos ellos con iglesia abierta al culto.

Población de gran tradición religiosa mantiene en la actualidad un 18% de asistencia a la misa dominical, (significativamente personas de edad avanzada), distribuidas en varios centros, (6 iglesias y 7 ermitas rurales), donde se celebran las Eucaristías cada domingo y festivos.

 

1.2.2        La Unidad Pastoral de Oñati destaca por la existencia de una cobertura aceptable en lo que respecta a centros de culto, agentes de pastoral, (sacerdotes, religiosos/as y laicos/as), integrados por: A) un Cabildo Parroquial, compuesto de dos sacerdotes diocesanos y los dos Rectores de las iglesias de Bidaurreta y del Sagrado Corazón; B) un Equipo Dinamizador que trata de impulsar y coordinar la vida de la Unidad Pastoral; C) un Consejo Pastoral , órgano representativo y decisorio de la Unidad Pastoral; y D) miembros de diversas Comisiones Pastorales. Tiene además una estructura organizativa, suficientemente diversificada, que permite atender razonablemente la demanda existente en los campos de la evangelización, celebrativo-litúrgico y socio–caritativo, donde la acción de la Iglesia se hace presente en la actualidad.

 

1.2.3        Como ocurre en otras poblaciones está disminuyendo el conocimiento de Jesús y su Evangelio. Sin embargo, la Unidad Pastoral está ubicada en un lugar en el que se han vivido y se viven los valores religiosos, enraizados un día en la vida familiar, que aún perduran en la práctica de determinadas celebraciones cristianas: bautizos, bodas, funerales, etc., todo ello conlleva el peligro de quedarnos con estas prácticas, sin conocer ni profundizar en el Evangelio. Con todo creemos estar en lo cierto al calificar como “tierra de misión” la realidad actual de nuestra Unidad Pastoral.

 

1.2.4    La Unidad Pastoral de Oñati no es ajena a la problemática general por la que atraviesa la Iglesia, (Diócesis de San Sebastián):

§         La edad avanzada de los agentes de pastoral, (sacerdotes, religiosos/as y laicos/as).

§         Las vocaciones para el sacerdocio y para la vida monacal están bajo mínimos y apenas hay relevo generacional entre los laicos/as para las funciones encomendadas a éstos.

§         Falta de formación básica, (teológica-pastoral), de los agentes laicos/as, especialmente.

§         Se observa una reducción paulatina en la asistencia de feligreses a los actos litúrgicos. Mayoritariamente los asistentes son personas de edad avanzada. Los jóvenes y matrimonios-jóvenes apenas atienden la llamada de la Iglesia, si acaso, para actos puntuales, bautizos, bodas, funerales, etc .... , que se deben más a respuestas de orden social.

 

1.2.5        La presencia de los agentes laicos/as en la realidad socio-laboral de Oñati es escasa.

 

1.3 Situación pastoral, vista desde los grupos y comisiones parroquiales.

 

1.3.1 DEPARTAMENTO DE EVANGELIZACIÓN Y CATEQUESIS.

 

1.3.1.1 La gran mayoría afirma que la pastoral de la parroquia de Oñati es una pastoral de mantenimiento y conservación, que cumple deficientemente su misión de evangelizar, aunque un 27,78 % dice que lo hace satisfactoriamente.

 

1.3.1.2 Como positivo se destacan:

§         la participación de personas como agentes de pastoral en numerosas comisiones parroquiales y su dedicación a la tarea pastoral, incidiendo además en actividades tales como, visitas a los presos, atención a enfermos, “cenas solidarias” para ayuda a las misiones, diversos desde Cáritas, etc. , .....

§         un grupo destaca la asistencia numerosa de fieles a los funerales; la implantación de la Catequesis Familiar y el buen uso de los medios técnicos como las "diapositivas" en las celebraciones.

 

1.3.1.3 En lo negativo apuntan:

§         una gran laguna en la pastoral de los jóvenes (falta de un sacerdote joven, escasa participación en las comisiones pastorales, nulos resultados).

§         Poca presencia eclesial en la vida del pueblo, (aislamiento, poca  información, una Hoja parroquial desfasada, ....).

§         Gran dificultad de adaptación a la nueva pastoral, falta de formación, falta de proyectos, propuestas, etc

 

1.3.1.4 Atención a los adultos:

Al hablar de la atención pastoral a los adultos, (de 30 años en adelante), se hace una notable distinción según tramos de edad:

§         en los comprendidos entre los 30 a 55 años, las respuestas (13) se dividen por igual entre los que la califican de un 1 ó un 2 sobre 5; y de los que realizan en 3 sobre 5.

§         a los mayores de 55 años, la mayoría de las respuestas (9) califican en 3 y 4; muy pocos (3) en 5.

§         Hay un buen número de grupos de encuestados, (13) en el tramo de 30 a 55 años y (9) entre los mayores de 55 años, que no contestan.

 

 

 

1.3.1.5 Atención a los jóvenes.

Una mayoría (7) se inclina por calificar en 1 sobre 5, muy pocos lo hacen en 2 ó 3; varios (4) reconocen que hay interés desde la parroquia, pero no hay respuesta de la juventud. Tres no contestan.

 

1.3.1.6 En cuanto a la catequesis de infancia, (4) no contestan, la mayoría la valora positivamente con un 4 ó 5.

 

1.3.1.7 En cuanto a qué grupos de pastoral debería tener prioridad en la atención pastoral parroquial:

§         (9) grupos señalan la pastoral de la juventud, otros (7) se inclinan por la catequesis de infancia y los demás (16)  los adultos: (3) señalan adultos en general, otros (4) grupos de reflexión y el resto (9) opta por opciones diversas, tales como: miembros de comisiones, padres de niños charlas, todos los grupos, etc. ....

 

1.3.2 DEPARTAMENTO DE LITURGIA

 

1.3.2.1(10) grupos señalan que nuestras liturgias no son vivas y participativas. El resto, (8) más, o no contesta (1), o dicen que “más que antes sí”, que “procuramos hacerlo” utilizando medios externos, etc. ...

 

1.3.2.2 ¿Qué se debería hacer?

(10) grupos de una u otra forma piden mayor formación eucarística. El resto, (13) más, o no contesta (3), o se dispersa por opciones diversas, tales como: buscar mayor complicidad y cercanía entre fieles y celebrante, poner en marcha dinámicas diferentes, (niños, jóvenes, ...), usar signos, adecuar lugares de celebración, etc. ....

 

1.3.2.3 ¿Presenta nuestra parroquia medios para promover y hacer oración?

De 14 respuestas (4 no contestan), 10 dicen que sí, 2 que no muchos y los demás requeriría alguna adaptación de los tres grandes templos.

 

1.3.3 DEPARTAMENTO DE PASTORAL SOCIO - CARITATIVA

 

1.3.3.1 ¿Crees que los pobres de Oñati están atendidos?

 

(13) grupos, (5) no contestan, afirman que sí. Algún grupo añade que fuera de los ámbitos de las comisiones pastorales y centros que se dedican a esta misión no hay suficiente concienciación en el tema.

1.3.3.2 ¿Estas comisiones tienen la importancia que deberían tener en la tarea evangelizadora?

(13) grupos, (5) no contestan, son conscientes de la importancia de la tarea socio-caritativa de la parroquia en la tarea evangelizadora, y algunos piden que debería tener más.

1.3.4 SUGERENCIAS FINALES

 

1.3.4.1 Se echa en falta un hogar del transeúnte.

 

1.3.4.2 Impulsar la concienciación de evangelizadores en los miembros de las comisiones.

 

1.3.4.3 Mayor participación de los niños en sus Eucaristías.

 

1.3.4.4 Necesidad de promover más atención pastoral a los inmigrantes, además de las que en la actualidad se ofrece desde Cáritas.

 

2.      QUE TIPO DE IGLESIA QUIERE SER

 

2.1 Una Iglesia “renovada por el Espíritu”. Para ello debe:

 

2.1.1        Situar la llamada a recuperar la acción de gracias y la alabanza como dimensión esencial.

 

2.1.2        Asimismo cuidar las celebraciones de los sacramentos y en especial la Eucaristía, para que sean realmente “fuente y cima de toda la evangelización”.

 

2.1.3        Reactualizar aquella primera experiencia de los discípulos, que descubrieron en Cristo la cercanía salvadora de Dios y se sintieron impulsados por su Espíritu a comunicarlo.

 

2.1.4        No tratar de sustituir con la organización, el trabajo o la actividad, lo que solo puede nacer del Espíritu y de la adhesión viva a Jesucristo.

 

2.1.5        Promover el contacto más vital con el Evangelio y la celebración viva de la Eucaristía Dominical.

 

2.1.6        Cuidar mucho más la oración y cuanto ayude a vivir la experiencia cristiana.

 

2.2 Una Iglesia “ al servicio del Evangelio”. Para eso debe:

 

2.2.1        Considerar la acción de evangelizar como vocación propia, su identidad más profunda y desde esta convicción radical, impulsar la misión evangelizadora.

 

2.2.2        Poner en práctica un nuevo estilo de pastoral misionera, inspirada en la actuación del mismo Jesús y sustentada en la escucha a los interrogantes y problemas del hombre de hoy.

Una pastoral centrada en la comunicación de la Buena Noticia de Dios, apoyada en el testimonio, el compromiso y la denuncia de las injusticias.

 

2.2.3        No imponer una religión sino proponer el Evangelio como forma de vida, presentando explícitamente a Cristo como esperanza de salvación.

2.2.4        Sentirse interpelada a ser más coherente con el servicio al Reino de Dios y por ello adoptar compromisos más firmes en la transformación de un mundo más humano, más fraterno y más justo para todos.

 

2.2.5        Impulsar y apoyar mucho más la presencia pública y la misión de los laicos en los diversos ámbitos y realidades de la sociedad, (familia, escuela, trabajo, cultura, política, ....).

 

2.2.6        Ser signo humilde y esperanzador de Dios para quienes se han alejado de Ël.

 

2.2.7        Mantener viva en la comunidad eclesial la conciencia y el compromiso en su misión eclesial.

 

2.3.Una Iglesia “acogedora y cercana”. Para eso debe:

 

2.3.1        Saber escuchar y acompañar amistosamente a los hombres y mujeres de hoy en sus problemas, interrogantes, sufrimientos y alegrías.

 

2.3.2        Mostrar actitud de servicio, ayudar a los que necesitan algo en nuestro entorno, mostrarse más interesado por el bien y la dicha de los hombres y mujeres que por su propia seguridad y porvenir.

 

2.3.3        Implicarse en las grandes preocupaciones de nuestro tiempo: la defensa de la vida y de los derechos humanos, la educación de los valores éticos, la pacificación, el sufrimiento de los excluidos, la solidaridad entre los pueblos, el cuidado de la Tierra, el paro laboral, la familia, los jóvenes, la dignidad de la mujer, los problemas de los mayores, ...

 

2.3.4        Cuidar especialmente la acogida a los jóvenes, que sea perceptible en esta acogida la actitud de una Iglesia amiga, que comprende sus dificultades y confía en sus posibilidades renovadoras.

 

2.3.5        Cuidar asimismo la acogida a la familia, compartir más de cerca la vida de las parejas y de las familias. En especial cuidar siempre la acogida evangélica a quienes sufren las consecuencias de una ruptura matrimonial o familiar.

 

2.4. Una Iglesia que “viva la preferencia por los pobres”. Para eso debe:

 

2.4.1        Encontrar su sitio junto a los que sufren, siendo así signo de esperanza para ellos.

 

2.4.2        Estar más cerca de las personas que sufren, acompañar a las mismas en su necesidad, defenderlos de las injusticias, hacerles más sitio entre nosotros.

 

2.4.3        Orientar la atención de nuestras comunidades cristianas hacia el servicio al pobre. Impulsar gestos, iniciativas, posicionamientos y denuncias, que permitan una adecuada sensibilización e implicación en sus problemas.

2.4.4        Preocuparse por el desarrollo de la solidaridad con los pueblos empobrecidos de la Tierra y la colaboración con las Iglesias que sufren en ellas.

 

 2.5 Una Iglesia que “trabaja por la paz”. Para eso debe:

 

2.5.1        Ser más que nunca, agente que ora, educa y trabaja por la reconciliación y la convivencia pacífica.

 

2.5.2        Contribuir a la pacificación defendiendo los derechos humanos, individuales y colectivos, apoyando vías pacíficas para la solución de los conflictos.

 

2.5.3        Vivir las diferencias de carácter cultural y político dentro de la Iglesia, con espíritu fraterno. La normalización del uso del euskera y el adecuado ejercicio del bilingüismo pueden contribuir eficazmente al aprendizaje de la convivencia.

 

2.5.4        Educar en valores como el derecho a la vida, el respeto a la identidad y a la voluntad plural de este pueblo; la tolerancia y los caminos del diálogo; la reconciliación, el perdón y el acercamiento a los que sufren.

 

2.5.5        Comprometerse de forma más decidida en celebraciones, gestos, iniciativas o posicionamientos, que, impulsados por la misma comunidad eclesial u organizados por la sociedad, puedan contribuir al logro de la paz en la justicia.

 

2.6  Una Iglesia que “trabaja en comunión fraterna”. Para eso debe:

 

2.6.1        Impulsar más el apoyo y la colaboración entre los presbíteros, religiosos/as y laicos/as, como miembros que son del Pueblo de Dios, la comunidad de discípulos y seguidores de Jesucristo.

 

2.6.2        Promover el trabajo conjuntado entre las parroquias, centros de culto, centros educativos, comunidades religiosas y grupos cristianos pertenecientes a la Unidad Pastoral.

 

2.6.3        Desarrollar la corresponsabilidad y participación de todos los miembros de la comunidad eclesial, haciendo que cada uno de ellos descubra su propia vocación y realice su servicio en el ámbito de la Unidad Pastoral de Oñati, para bien de la comunidad.

 

2.6.4        Buscar la implicación y la formación de personas vocacionadas para los diversos servicios y carismas, tanto para la vida de la comunidad cristiana como para la misión evangelizadora.

 

2.6.5        Reconocer, valorar y aceptar a la mujer, sin discriminación alguna, para los diversos servicios y carismas.

 

 

3.      OBJETIVOS Y ACCIONES  QUE PROYECTA LA UP DE OÑATI

 

Este capítulo se desarrolla a través de 15 fichas. En su conjunto se busca la alineación con los TRES OBJETIVOS GENERALES DEL PROGRAMA PASTORAL, que la Diócesis de Guipúzcoa tiene establecidos para el quinquenio 2005 – 2010, además de responder asimismo, a otros objetivos específicos y acciones que el citado Programa Pastoral contempla llevar a efecto.

 

Las fichas están diseñadas de tal manera que en las mismas figuran:

 

·        El Objetivo concreto establecido para la UP de Oñati, (situado en la 3ª franja partiendo de la cabecera).

·        En la 1ª y 2ª franjas de la cabecera se indican los Objetivos General y Específico del Programa Pastoral 2005 – 2010 de la Diócesis, a los que el Objetivo concreto de la UP de Oñati pretende dar respuesta.

·        Junto al Objetivo concreto de la UP de Oñati se indica la Acción del Programa Pastoral 2005 – 2010 de la Diócesis con el que puede identificarse o tener cierta afinidad.

 

Como puede apreciarse, se trata de que los “Objetivos” de la UP de Oñati, estén incardinados con los OBJETIVOS Y ACCIONES que la Diócesis tiene establecidos para el quinquenio 2005 – 2010.

 

·        Seguidamente, bajando las franjas, están las Acciones que la UP de Oñati pretende poner en marcha para dar cumplimiento a los Objetivos planteados.

·        Aunque en las fichas no figura, la metodología empleada prevé espacios para designar los responsables que deban acometer las acciones, donde o como llevarlas a cabo, cuando realizarlos, concretar la dotación presupuestaria, fase de ejecución en la que se encuentren, etc. ...  todo esto, sin embargo, se deja a la espera de una mayor concreción futura.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 


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