Que toda la vida es sueño...
Un clásico imprescindible para los amantes del teatro clásico.
Lo que más fascina, es la manera en que plantea el autor algo tan común, en nosotros mismos, como el hecho de que a veces vivamos como Segismundo presos en una cárcel, al que nosotros llamamos tristeza.
La cárcel refleja la oscuridad de nuestro ser, por no conocernos a nosotros mismos, por llenarnos de envidia, odios...y que solo llegaremos a la felicidad si sacamos fuera las virtudes de cada uno.
La forma de situar al lector en el dilema central del libro es excelente: ¿todo está marcado por el destino? en que realidad vivimos y si realmente la vivimos, hace pensar en todo lo que nos rodea, la vida que llevamos, la que nos gustaría llevar... los sueños y la realidad.
¿Qué es la vida? Un frenesí.
¿Qué es la vida? Una ilusión,
una sombra, una ficción,
y el mayor bien es pequeño;
que toda la vida es sueño,
y los sueños, sueños son.
Iruzkinak
Utzi iruzkina: