Se está utilizando la crisis para recortar los derechos laborales
LAB APUESTA POR UN CAMBIO DE MODELO ECONÓMICO Y SOCIAL
«Se está utilizando la crisis para recortar los derechos laborales»
Ainhoa ETXAIDE Secretaria General de LAB
Tras la huelga general, la mayoría sindical presentó un decálogo de medidas contra la crisis. Ainhoa Etxaide indica que los trabajadores están dispuestos a la movilización y a la lucha para avanzar hacia otro modelo económico y social. En el actual escenario de crisis, opina que «está en juego la credibilidad de los sindicatos» y llama a trabajar en cada rincón «porque no nos van a regalar nada».
La mayoría sindical vasca ha elaborado un decálogo para actuar contra la crisis. Desde mejoras en el empleo y en las prestaciones sociales hasta un impulso a la capacidad de decidir en Euskal Herria figuran entre un elenco de medidas. Ainhoa Etxaide opina que el paso dado es una apuesta real por salir de la crisis, que se concretará con una recogida de firmas y el impulso a la movilización.
¿Qué objetivo tiene LAB para el nuevo curso?
Avanzar en la respuesta que le estábamos dando a la crisis. Tenemos un objetivo claro: seguir movilizando y concretar las reivindicaciones de la clase trabajadora con el objetivo de disputar el poder a quienes han decidido que en esta crisis sólo vamos a perder quienes también lo hicimos en la fase de amplio de crecimiento. Nuestro referente es ir cambiando las políticas económicas y sociales.
¿Los trabajadores están dispuestos a dar ese nuevo salto?
La huelga general dejó claro que hay trabajadores que están dispuestos a salir a la calle. De hecho, se convocó gracias a la lucha que muchos de ellos llevan en las empresas ante los expedientes de regulación, ante las amenazas y los chantajes de la patronal, y ante la exclusión de personas del mercado laboral. Creo que hay capacidad de respuesta, pero es cierto que cuando se está machacando a la clase trabajadora, como ocurre ahora, repercute en la capacidad de movilización y lucha. Nuestra oferta es para quien se quieremover con esos objetivos, porque tiene que ser capaz de liderar una lucha que sea para el conjunto de la clase trabajadora para ir variando poco a poco la correlación de fuerzas.
¿La mayoría sindical va hacia ese fortalecimiento en la lucha?
Efectivamente. Creo que la mayoría sindical ha acertado por encima de las diferencias y de la división sindical. Ante esta crisis ha actuado desde la responsabilidad y ha hecho una apuesta eficaz. Juntos, y con una oferta conjunta, siempre tendremos más fuerza y será mayor la adhesión de los trabajadores. La apuesta por la respon- sabilidad ha dado sus frutos, pero hay que seguir trabajando.
¿Quienes son los culpables de que desde la huelga general en mayo no haya mejorado el mercado laboral y, en realidad, vayamos a peor?
Los responsables de esta situación está claro que son quienes han decidido todas las políticas sociales, económicas y laborales; quienes han permitido un crecimiento sin limites, sin control y sin reversión social; y los responsables institucionales que han situado a las políticas y acciones institucionales al servicio del capital y de sus intereses.
Para la clase trabajadora lo peor vendrá cuando se produzca la salida de la crisis. Porque están buscando nuevas bases para profundizar en el capitalismo para abordar un nuevo ciclo económico. Vemos que se agrava la situación de los trabajadores, porque sufrimos más paro y precariedad. La crisis se va a utilizar para dar una nueva vuelta de tuerca a las políticas que la han generado. Ya estamos viendo medidas fiscales que van a agravar más la situación del mercado laboral y, en cambio, la patronal está obteniendo todas sus reivindicaciones.
Ha ganado en 15 años seguidos.
A eso voy, si estamos hablando de recuperar la situación de los últimos quince años vamos a hacer una valoración de quien ha salido ganando y quienes hemos perdido. En época de crecimiento económico, hemos retrocedido en derechos laborales, sociales y poder adquisitivo, en definitiva en condiciones de vida de la clase trabajadora.
¿Se puede ir a peor?
Lo que tenemos claro es que debemos actuar, porque se van a acentuar los mecanismos de explotación, se va a dar una nueva vuelta de tuerca a la política de privatizaciones y recortes en gasto social. No es lo que yo crea, sino lo que se está haciendo. Se puede ir a peor mientras se vaya a un modelo económico y social que se basa única y exclusivamente en que cada vez se acumule más capital en menos manos, mientras la gran mayoría de la población se va empobreciendo. Se puede ir a peor.
¿Tiene solución esa situación?
La respuesta es que sí, y además los hechos demuestran que tenemos capacidad de respuesta y de lucha. Es hora de actuar.
¿La solución está recogida en el decálogo que la mayoría sindical presentó hace unas semanas y que cualquier trabajador la firmaría?
Todavía nadie ha salido a decir que esas medidas no son correctas e inviables, o que no es el momento de tomarlas. Se ha dado el silencio por respuesta. Son incuestionables y se pueden adoptar para abordar la precaria situación de la gran mayoría social. Es parte de la solución que, en realidad, consiste en hacer una apuesta clara por otro modelo económico y social, apostar por transformar las políticas económicas y sociales desde la participación de los trabajadores en las decisiones que se adoptan en un marco que se dote Euskal Herria para ser nosotros quienes constituyamos nuestro modelo. La solución es apostar por salir a la calle para dar vuelta a esta situación.
¿Por qué cree que no hay una respuesta concreta al decálogo por parte de los empresarios?
Es lógico que los empresarios no tengan que salir porque ya tienen a sus portavoces en las instituciones. Los políticos no tienen respuesta a las demandas de los trabajadores, no tienen capacidad de tomar decisiones ante la realidad social, porque el poder real está en la patronal. Las instituciones, que son antidemocráticas, son un instrumento al servicio de la patronal. No porque la patronal se haya otorgado ese poder, sino que las administraciones llevan años dándole ese poder a la patronal, que es quien en última instancia decide.
¿Se ha ampliado la brecha entre quienes dirigen las instituciones y la propia sociedad?
Creo que hay una crisis de credibilidad de las actuales instituciones. De legitimación de la clase política que no está dando respuestas ni reales, ni efectivas. Hay un alejamiento, sin duda. Ofrecemos una alternativa, porque el distanciamiento existente se puede convertir en pasividad. Tenemos que conseguir que genere una apuesta para recuperar capacidad de decidir desde la clase trabajadora.
Iturria: www.gara.net
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