Langile, hartu hitza, Euskal Herriak erabaki dezan
En los próximos días LAB va a poner en marcha una dinámica de trabajo bajo el lema "Langile hartu hitza, Euskal herriak erabaki dezan". Esta dinámica quiere incidir en el debate político abierto en Euskal Herria, ya que está a la vista que vivimos un momento muy importante y que en los próximos meses ese debate político que se va a desarrollar va a ser determinante para el futuro de Euskal Herria, por lo que las y los trabajadores no podemos ser meros espectadores, no podemos ser sujetos pasivos a la espera de que alguien decida por nosotros.
El debate abierto debe ofrecer la oportunidad de dar pasos decisivos hacia el cambio político que Euskal Herria necesita. Las y los trabajadores conformamos un amplio sector que necesita y reivindica esos cambios, así que nos corresponde impulsar ese camino mediante nuestra participación en el mismo.
La crisis política en Euskal Herria ha sido evidente en los últimos años. Los marcos políticos vigentes están agotados y cuestionados. PSOE, PP y UPN han renovado y reforzado sus pactos de Estado para responder a esa crisis. Dejando de lado sus supuestos desacuerdos y diferencias, se han reunido desde sus respectivos ámbitos de poder para cerrar el camino a cualquier posibilidad de cambio real. Algunos vemos esperanzados el nuevo escenario que estamos abriendo, mientras que otros están dejando en evidencia el miedo que tienen al cambio.
Quienes por encima de todo tienen como único objetivo mantener la actual estructura del Estado español han dejado de lado sus diferencias a la hora de aglutinar todo espacio de poder posible con el fin de cerrar todas las puertas al cambio.
- Pretenden, ratificando su apuesta por la represión, anular las reivindicaciones de cambio, así como las apuestas políticas que tienen como objetivo la superación de la realidad política que vivimos actualmente, actualizando sus pactos para dar los pasos que consideran necesarios en esa dirección. En estos momentos su punto de unión más importante lo han encontrado en la necesidad compartida de debilitar y desactivar el independentismo para mantener el marco actual.
- Los pactos alcanzados por UPN y PSN en Iruñea y PSE y PP en Gasteiz para asegurar la permanencia de los marcos vigentes son la principal muestra de su impotencia política. El objetivo de los pactos es eliminar cualquier posible reivindicación de cambio y utilizar todos los instrumentos del poder para golpear y anular al independentismo. En el mismo sentido, el penoso acto organizado por el gobierno de Patxi López para el ensalzamiento de un estatuto agotado como supuesto marco de encuentro pone en evidencia tanto el carácter fraccionador del estatuto como el objetivo de de arrinconar y mantener atenazada a la mayoría social y política de este pueblo.
- Así mismo, el empeño en mantener el actual marco, lejos de traer soluciones al conflicto lo que hace es prolongarlo. El Estatuto reune en su propia formulación las razones fundamentales del conflicto: la partición de Euskal Herria y la negación de la palabra a la ciudadanía. El cambio tiene que superar esa realidad. Cerrando las puertas a la posibilidad de superar esas dos carencias estructurales mediante la libre voluntad de la ciudadanía nos niegan el derecho a la solución democrática, y es ésta la mayor dificultad que tenemos para dar pasos en la solución definitiva.
- Además, en el grave contexto económico actual el marco vigente se ha mostrado inútil, ya que carecemos de los recursos necesarios para satisfacer necesidades estructurales y afrontar los retos derivados de la crisis. Empeñarse en mantener el marco actual, además de negarnos el derecho de decidir sobre nuestro propio futuro, nos priva del derecho a tomar las decisiones necesarias que den respuesta a las necesidades del momento.
Euskal Herria necesita el cambio. Un cambio político. Un cambio social. La mayoría política, sindical y social está de acuerdo con esa reivindicación. Y pensamos que hay posibilidad de hacer realidad ese cambio. Como ya hemos dicho, el hecho de que el Estado español incremente la política de represión, aumente la persecución a la solidaridad y la movilización e implemente pactos institucionales fundamentados en razones de estado, son la consecuencia del miedo a que el cambio político haga peligrar su estrategia.
Pensamos que el cambio es posible. Pero llevarlo a la práctica requiere esfuerzo y compromiso. Por eso queremos impulsar la implicación de la clase trabajadora. Trabajadores y trabajadoras necesitamos ese cambio y debemos ser el capital humano principal para impulsarlo.
Necesitamos el cambio para decidir en libertad. Necesitamos el cambio para poder decidir como trabajadores y trabajadoras vascos, para ser dueños de nuestro futuro. Y para ello tenemos que tomar la palabra. Tenemos que tomar la palabra para abrir un nuevo ciclo político en Euskal Herria.
- Un nuevo ciclo político que tenga su base en el reconocimiento y respeto de Euskal Herria. Un ciclo político en el que la palabra de la ciudadanía vasca tenga valor absoluto. Un nuevo ciclo político que sitúe en manos de la ciudadanía vasca los medios necesarios para tomar la palabra.
- Un nuevo ciclo político acordado entre los agentes vascos y legitimado por la ciudadanía vasca. Debemos abrir el nuevo ciclo como una consecuencia de la iniciativa y la voluntad de la ciudadanía vasca.
- Un nuevo ciclo político con reglas y normas nuevas y propias tanto en la actuación interna como para regular las relaciones entre Euskal Herria y los estados.
- Un nuevo ciclo político que, superando las consecuencias del conflicto, ofrezca la posibilidad de establecer un nuevo modelo de convivencia.
Como venimos diciendo, a nuestro entender el nuevo debate político y social abierto debe tener como objetivo alcanzar acuerdos políticos que permitan abrir un nuevo ciclo político. Desde LAB queremos impulsar la participación de la clase trabajadora en esta dirección.
La manifestación del pasado 17 de octubre denunció los ataques del Estado. Fue una denuncia directa de la persecución y la intervención del Estado. Pero, igualmente, se transformó en una interpelación directa a los agentes políticos, sindicales y sociales. Esa interpelación reclama respuestas. El debate político abierto ahora debe situar respuestas y posicionamientos de los diferentes agentes. Nuestra responsabilidad es dar respuesta positiva a la interpelación que ha realizado la ciudadanía.
Hay posibilidades, están en manos de cada uno de los agentes implicados. Desde LAB subrayamos la necesidad por parte de la clase trabajadora de abrir ese nuevo ciclo y la clase trabajadora tiene derecho a llevar a la práctica los cambios políticos que traiga el nuevo ciclo.
Necesitamos cambios para decidir libremente. Necesitamos cambios para decidir como trabajadoras y trabajadores vascos, para ser dueños de nuestro propio futuro. Y para ello tenemos que tomar la palabra. Tenemos que tomar la palabra para abrir un nuevo ciclo político en Euskal Herria.
Es por ello que llamamos a las y los trabajadores:
- A participar en el debate abierto, a que lo impulsen y lo lleven a los centros de trabajo, nuestro punto de encuentro y marco de lucha para exigir las soluciones de nuestros problemas. Debemos trasladar a los centros de trabajo la reivindicación que hacemos para abrir el nuevo cicló político, así como el llamamiento para trabajar a su favor.
- A continuar denunciando la estrategia del Estado para desactivar este debate e impedir lo acuerdos que debemos alcanzar como consecuencia del debate. Tenemos que conseguir las condiciones democráticas necesarias que posibiliten el cambio político en Euskal Herria, sin límites, sin ingerencia ni violencia alguna. Claro está que para ello es necesario reforzar la movilización y la lucha por los derechos civiles y políticos. Como dijimos el pasado 17 de octubre, lejos de caer en la desesperanza, llamamos a las y los trabajadores a formar la masa social en favor de los derechos democráticos.
- Para terminar, hacemos un llamamiento a la militancia de LAB para que, como hasta ahora, sigan apoyando e impulsando este camino. Han sido muchas las personas, los afiliados que al ver, con redada, a su sindicato bajo amenaza, nos han venido preguntando qué podrían hacer. La respuesta es bien sencilla, seguir luchando, como hasta ahora, en defensa de los derechos de la clase trabajadora vasca, adquiriendo los compromisos necesarios para reforzar la lucha por Euskal Herria.
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