El 80% del peso del alza del IRPF recaerá sobre pensionistas y trabajadores
Subir el impuesto de sociedades un 5% -del 30% al 35%- a las grandes
empresas, aquellas que facturan más de 45 millones de euros y cuyos beneficios
superen el millón de euros, permitiría recaudar casi tanto como todos los
primeros ajustes anunciados por el Gobierno de Rajoy juntos: Casi 14.000
millones de euros.
Aún más: Con sólo reducir en diez puntos la economía
sumergida en España, la Administración podría recaudar cada año más de 38.500
millones adicionales, más del doble de los 16.500 millones que en un principio
preveía ahorrar el nuevo Ejecutivo en 2012. Son algunas de las medidas
alternativas al ajuste que proponen los Técnicos del Ministerio de Hacienda
(Gestha), con cuyo presidente, Carlos Cruzado, ha hablado Diagonal.
El
Real Decreto Ley de medidas urgentes que aprobó el Consejo de Ministros el
pasado viernes, "el inicio del inicio" (en expresión de la vicepresidenta Soraya
Sáenz de Santamaría) supone una reducción del gasto de 8.900 millones de euros y
un aumento de los ingresos de 6.275 millones de euros. "Ajustes que recaerán
en su mayor parte sobre las clases medias y bajas", aseguran desde Gestha.
De hecho, según sus cálculos, el 80% del peso del alza del IRPF recaerá sobre
pensionistas y trabajadores.
Este colectivo, el más representativo dentro
de este Ministerio y de la Agencia Tributaria, propone otras medidas
alternativas a nuevos ajustes muy distintas a las aplicadas por el recién
estrenado Gobierno ’popular’: Impuestos sobre la Riqueza; la modificación de las
SICAV, "un coladero del fraude" de las grandes fortunas, que además saben bien
cómo evitar rendir cuentas con el Fisco; Impuestos a las Transacciones
Financieras Internacionales en el marco de la OCDE; o luchar contra la economía
sumergida, que supone cerca de 245.000 millones anuales, el 23,3% del
PIB.
Los ingresos más bajos aportarán 2.065 millones de euros y los
más altos, 465.
Y es que, efectivamente, según las cifras que Gestha
ha hecho públicas en una nota, la subida del IRPF aprobada por el Gobierno el
pasado viernes costará de media 222 euros anuales a cada contribuyente y recaerá
en su mayor parte sobre las clases medias y bajas con ingresos por debajo de los
33.000 euros anuales -que representan el 85% de los trabajadores-.
Los
tramos de ingresos que se mueven en torno al mileurismo (hasta 17.700 euros
brutos anuales, el 55% del total) y los que no llegan a 33.000 euros, unidos al
de los asalariados que no alcancen los 53.400 euros, aportarán en conjunto unos
2.065 millones de euros anuales, lo que supone más de la mitad de los 4.111
millones de euros que el Ejecutivo prevé recaudar gracias a esta subida temporal
del IRPF. En el extremo opuesto, el peso total de la aportación de los
trabajadores más ’afortunados’ -aquellos que ganan más de 300.000 euros anuales
y que apenas suponen un 0,2% del total- no alcanzará siquiera los 465 millones
de euros.
Junto a estos cambios, la modificación del IRPF también
afectará a los ingresos provenientes del ahorro. "En cualquier caso, el aumento
de los gravámenes al ahorro tan sólo generará unos 1.246 millones de euros
anuales, por lo que el 80% de la nueva subida recaerá una vez más sobre los
trabajadores -incluidos los desempleados y pensionistas- y no, como hubiera sido
deseable, sobre otros rendimientos más vinculados a los grandes patrimonios,
como los de capital", aseguran los técnicos de Hacienda.
Por si fuera
poco, otra de las consecuencias de esta modificación del IRPF es que la
actualización de las pensiones apenas se notará en el bolsillo de los jubilados,
y en algunos casos se verá incluso neutralizada por la subida de
impuestos.
Por ejemplo, según los cálculos de Gestha, en el esatdo
español hay más de un millón de pensionistas (el 13,4% del total) que, al
percibir prestaciones por encima de los 22.000 euros durante el pasado año,
verán eclipsada su revalorización y terminarán perdiendo poder adquisitivo
durante el próximo año.
Periódico Diagonal (4 enero 2012)
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