RESIGNACIÓN

kapittanttan 1456150199632 Kapittanttanen Salakota | 2014-07-01 18:10

RESIGNACIÓN, RESIGNARSE: un interesante concepto, que proviene de la costumbre cristiana de hacer el signo o señal de la santa cruz repetidas veces, tanto en su versión única (sobre la cara, varias veces), como en su versión tríptica (frente, cara, pecho, en ese orden), cuando una –así llamada– desgracia acontece o acaece.

 

Tal costumbre suele venir acompañada de diversas exclamaciones, del estilo de "¡Ay, por Dios!" o "¡Dios mío!" (y similares): la combinación del acto de resignarse con la correspondiente exclamación o proclama es lo que confiere su especificidad a la RESIGNACIÓN y al RESIGNARSE.

 

Conviene notar que el que así se re-signa está tácitamente reconociendo el Poder de Dios, ante el que uno no debe pedir cuentas, sino, antes bien, someterse a regañadientes –mal que a uno/una le pese–, pues la propia re-signación conlleva algo de queja oculta.

 

Pues bien, pensando del revés, para entender las cosas del derecho, bien se puede decir que tomar el nombre del Gobernante o Gerifalte de turno para clamar ante Él y protestarle por las supuestas desgracias que a uno/una le acontecen –sean de orden económico o de otro orden– contribuye a perpetuar el Lugar del Poder (independientemente del Nombre Propio que en cada caso le atribuyamos): como si se estuviera diciendo: "¡Jesús, qué cruz!", como si uno asumiera que el hecho de tener a Uno gobernándole desde Arriba fuera lo más natural del mundo, como si fueran flores brotando, o galaxias en derredor, o una ventosidad que, no pudiendo ya ser contenida por más tiempo, encuentra su camino al exterior a través de la cavidad anal.

 


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