El poso borroso
Aurreko astean bixamonari buruz idatzi nuen hemen bertan eta horrek
gehiago idazten jarraitzeko gogoa sartu zidan gorputzean barrena.
Horrela sortu zen "El poso borroso" izeneko testu hau, nahiko musika
lasaiaz musikatua izan dena. Beste programa lasai bat 2007ko abenduaren
16an egindako hau, bixamona guztiak ez baitira egun bakarrean pasatzen.
Baliteke oraindik ere horri buruz idazten jarraitzea, baina badakizue
irratsaio honek linealtasuna eta konstantzia zer den ulertzen ez duela
eta hurrengoan zer aurkituko duzuen asmatzea zaila dela, baita
irratsaioa egiten duen pertsonarentzat ere, hau da, niretzat.
EL POSO BORROSO
Señoras y Señores, hoy tengo resaca. Sí sí, tengo resaca, o aje, o
clavo, o como querais llamar a esa especie de enfermedad que suele tener el ser
humano cuando sale de noche y se excede en el consumo de alguna droga, o
varias. Es una enfermedad bastante personal esto de la resaca. A unos les duele
el estomago, a otros los riñones, a otros la cabeza, a otros nada en particular
pero todo en general, otros parecen que estén sedados... a mí me suele pasar de
todo. Lo más normal suele ser el encefalograma plano, aunque a veces viene
acompañado de un malestar generalizado a todo el cuerpo. Las peores suelen ser
las que me agitan cuerpo y alma. Sobre todo alma.
Dependiendo de como haya ido la noche suele haber un poso un tanto
borroso de las sensaciones experimentadas. En estos casos intento leer estos
posos como si fueran de café y yo fuese un adivino cualquiera. Vamos, que
intento bucear en las lagunas mentales que se crean para poder rescatar del
fondo algún recuerdo claro. Lo peor es que no suelen ser recuerdos del tipo
“¿qué canción fue la que nos pusieron en tal bar que me gustó tanto?”, sino que
suelen ser del tipo “¿por qué me siento tan extraño si realmente no pasó nada
ayer por la noche?”. Esto no suele ocurrirme usualmente pero hay contadas
ocasiones en las que me levanto al día siguiente con esta sensación de
confusión, con estos posos tan extraños.
Lo más curioso suele ser que estos posos son creados por personas con
las que tengo la oportunidad de estar en el transcurso de la noche. Hay veces
que un encuentro casual de unos pocos minutos, el cruce de unas pocas palabras,
es suficiente para crear el poso, aunque en el momento no note nada. En otras,
el hecho de pasar toda una noche con alguien, conversando, bailando o haciendo
el indio por ahí va creando ese poso poco a poco. Y lo peor es que lo veo
venir. Ya sé que al despertar voy a tener este tipo de comeduras de cabeza, sin
embargo, no puedo evitarlo.
No me gusta despertar así. Un pensamiento que se repite una y otra vez.
Un pensamiento basado en sensaciones que no tengo la seguridad de haber
sentido. Sensaciones que necesitan ratificarse para poder decidir que hacer al
respecto. Si realmente hay algo que
hacer, que no suele haber.
Casi siempre son imaginaciones mías. Invenciones mentales. Ficción.
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