La tía de los bermeotarras y la bandera española

Al parecer algunos nunca se centrarán en el trabajo que les corresponde aún sabiendo que ostentan cargos de mucha responsabilidad. Lamentablemente, hay algunos políticos que ejercen de periodistas al igual que hay periodistas que ejercen de políticos ( sin olvidarnos, claro esta, de aquellos, tanto políticos como periodistas, que ejercen de mentirosos).

Ahora nos encontramos con que el Sr. Pedro J. Ramírez, director de El Mundo, aprovechando el tirón mediático creado por el tema del secuestro del Alakrana quiere imponernos la bandera española en Bermeo. Me gustaría, pues, textualizar sus crudas palabras ya que son dignas de un dictador y no de un periodista de su calado: “...y como en Bermeo no pongan la bandera española, la próxima vez que vaya en su ayuda su tía”.

Después de escuchar y/o leer estas palabras parece que los bermeotarras tenemos alguna tía que esta dispuesta y capacitada para ayudarnos en los próximos conflictos o momentos difíciles que la vida nos depare, ya que dudo mucho que de un día a otro aparezca la Rojigualda, así por así, en el balcón de nuestro consistorio.

El ayuntamiento de Bermeo ha sido una de las entidades que más ha luchado, dentro de sus posibilidades, en todo este tema tan crudo y duro del secuestro del pesquero bermeotarra y por ello, quizá, por ejercer la parte más humana de la política el gobierno del Sr. Ares nos pase una factura de esta talla. Una factura que vendrá en formato de sentencia e imposición y con la que algunos de los que últimamente están disfrutando con el juego que los signos identitarios ofrecen, se lo pasarán pipa en sus gabinetes del “gobierno de todos”.

Así pues, Sr. Pedro J. Ramírez, de momento llamaremos a nuestra tía para que nos ayude... y después... ¿a quien le tendremos que llamar, a usted?