Mejoras en la beneficencia.
La residencia de ancianos Arrotegi de Busturia remodelará sus instalaciones para ampliar la capacidad del centro y crear una decena de puestos de trabajo.
Si su fundador Nicolás Domingo de Arrotegui levantara la cabeza quedaría perplejo del drástico cambio que iba a sufrir aquel edificio que construyó allá por 1907 para los pobres en Axpe. La Residencia Arrotegi de Busturia iniciará en junio los trabajos de remodelación y ampliación.
El ambicioso proyecto persigue ampliar en una treintena su oferta de plazas, mejorar las instalaciones de ocio, sanitarias y de rehabilitación, así como habilitar un centro de día para diez ancianos. «En la actualidad contamos con 58 residentes y cada vez existe más demanda. Queremos atender a un mayor número de clientes y al mismo tiempo mejorar los servicios», explicó la directora del recinto, María José Ruipérez.
La fundación de carácter benéfico se constituyó en 1907 bajo la gestión de las Hermanas de la Caridad de Santa Ana. Su creador, Nicolás de Arrotegi, nombró presidentes al alcalde y al párroco para que el establecimiento proporcionara albergue especialmente a los ancianos con menor capacidad económica.
«Por tanto, serán atendidos todos aquellos que lo necesiten, pero si poseen bienes irán destinados a la beneficencia y a sufragar los gastos del usuario», explicó. La cuota para los ancianos asistidos asciende a 1.765 euros, mientras los semiasistidos pagan 1.339 y los válidos 1.092.
El plan de actuación contempla la construcción de un inmueble más por lo que el recinto pasará a tener cuatro bloques. En los pisos superiores del futuro edificio, compuesto por tres alturas, se habilitarán las habitaciones para los huéspedes. La primera planta tendrá un salón comedor y sala de estar y en el sótano se acondicionarán servicios como fisioterapia, rehabilitación, un salón de actos, una capilla, un tanatorio y un espacio de podología, odontología y oftalmología, entre otras prestaciones.
Firma de convenio
El ala sur de los edificios principales dispondrá de una terraza de 700 metros cuadrados, mientras que en la antigua casa del fundador se levantará una planta para crear seis habitaciones más. «La reforma integral necesitará una inversión que rondará los dos millones de euros», recoge el acta municipal.
Con el objetivo de que los vecinos se beneficien de algunos éstos servicios, el Ayuntamiento ha firmado un convenio con el centro. Así, los empadronados podrán utilizar el recinto de rehabilitación, fisioterapia y el salón de actos, así como el tanatorio y el área sanitaria en estancias temporales con un máximo a reservar de seis plazas y tres para el centro de día.
El establecimiento, por su parte, ofrecerá los terrenos para habilitar un carril que conecte la parte trasera de la residencia con la carretera que une Gernika y Bermeo. «La firma de este acuerdo beneficiará al pueblo porque mejorará la calidad de vida de nuestros ancianos, ampliará los servicios al vecindario y, además, creará puestos de trabajo que serán para los busturitarras. En la actualidad son 38 los empleados y se aspira a que lleguen a los 49 contratados», manifestó el alcalde y presidente de la entidad benéfica, Javier Gondra.
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