"El Buscador" de Jorge Bucay

amets 1456130739544 ametsen atzetik nabil hegan | 2007-12-29 12:26
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Hace dos años, cuando terminaba una charla para un grupo de parejas conté, como suelo hacer, un cuento de manera de regalo de despedida. Para mi sorpresa, esta vez, alguien del grupo pidió la palabra y se ofreció a regalarme una historia. Ese cuento que quiero tanto, lo escribo ahora en memoria de mi amigo Jay Rabon.Esta es la historia de un hombre al que yo definiría como un buscador...

Un buscador es alguien que busca, no necesariamente que encuentra.

Tampoco es alguien que, necesariamente, sabe que es lo que esta buscando, es simplemente alguien para quien su vida es una búsqueda.

Un día, él buscador sintió que debía ir hacia la ciudad de kammir. El había aprendido a hacer caso riguroso a estas sensaciones que venían de un lugar desconocido de si mismo, así que dejó todo y partió.

Después de dos días de marcha por los polvorientos caminos divisó, a lo lejos, Kammir. Un poco antes de llegar al pueblo, un colina a la derecha del sendero le llamó mucho la atención. Estaba tapizada de un verde maravilloso y había un montón de árboles, pájaros y flores encantadores; la rodeaba por completo una especie de valla pequeña de madera lustrada.

...una portezuela de bronce lo invitaba a entrar.

De pronto, sintió que olvidaba el pueblo y sucumbió ante la tentación de descansar por un momento en ese lugar.

El buscador traspasó el portal y empezó a caminar lentamente entre las piedras blancas que estaban distribuidas como al azar, entre los árboles

Dejó que sus ojos se posaran como mariposas en cada detalle de este paraíso multicolor

Sus ojos eran los de un buscador, y quizás por eso descubrió, sobre una de las piedras, aquella inscripción...:

Abdul Target, vivió 8 años, 6 meses, 2 semanas y 3 días

Se sobrecogió un poco al darse cuenta de que esa piedra no era simplemente una piedra, era una lápida

Sintió pena al pensar que un niño de tan corta edad estaba enterrado en ese lugar

Mirando a su alrededor el hombre de dio cuenta de que la piedra de al lado también tenía una inscripción. Se acercó a leerla, decía:

Yamir Kalib, vivió 5 años, 8 meses, y 3 semanas,

El buscador se sintió terriblemente conmocionado.

Este hermoso lugar era un cementerio y cada piedra, una tumba.

Una por una, empezó a leer las piedras.

Todas tenían inscripciones similares: un nombre y el tiempo de vida exacto del muerto.

Pero lo que lo conectó con el espanto, fue comprobar que el que más tiempo había vivido sobrepasaba apenas los 11 años...

Embargado por un dolor terrible se sentó y se puso a llorar.

El cuidador del cementerio, pasaba por ahí y se acercó.

Lo miró llorar por un rato en silencio y luego le preguntó si lloraba por algún familiar.

- No, ningún familiar- dijo el buscador- ¿qué pasa con este pueblo?, ¿qué cosa tan terrible hay en esta ciudad?. ¿por qué tantos niños muertos enterrados en este lugar?, ¿ cuál es la horrible maldición que pesa sobre esta gente, que los ha obligado a construir un cementerio de chicos?!!!!!!

El anciano se sonrió y dijo:

-Puede usted serenarse. No hay terrible maldición. Lo que pasa es que aquí tenemos una vieja costumbre. Le contaré...

Cuando un joven cumple quince años sus padres le regalan una libreta, como esta que tengo aquí, colgando del cuello. Y es tradición entre nosotros que a partir de allí, cada vez que uno disfruta intensamente de algo, abre la libreta y anota en ella: a la izquierda, que fue lo disfrutado... a la derecha, cuanto tiempo duró el gozo...

conoció a su novia, y se enamoró de ella. ¿Cuánto tiempo duró esa pasión enorme y el placer de conocerla?, ¿una semana?,¿dos?,¿tres semanas y media?... Y después... la emoción del primer beso, el placer maravilloso del primer beso, ¿cuánto duró?, ¿el minuto y medio del beso?, ¿dos días?, ¿una semana?... ¿Y el embarazo o el nacimiento del primer hijo...? ¿y el casamiento de los amigos? ¿y el viaje más deseado...? ¿y el encuentro con el hermano que vuelve de un país lejano?

¿Cuánto tiempo duró el disfrutar de estas situaciones?...

Así... vamos anotando en la libreta cada momento que disfrutamos...cada momento.

Cuando alguien se muere, es nuestra costumbre,abrir su libreta y sumar el tiempo de lo disfrutado, para escribirlo sobre su tumba. Porque ese es, para nosotros, el único y verdadero tiempo VIVIDO.



Iturria: Somos amigos de la tierra

balaklaba

balaklaba 2007-12-29 13:01 #1

Zorionak Sugoi! Lanetik eskakeatzeko blog aparta da zurea! Gainera gaiak oso egokiak dira iritziak emateko eta horrelako gauzak. Nik, 15 urterekin libreta hartu eta hutsik mantenduke nuke bizitza osoan (vivió 0 minutos) herrikoen memelokeria horri kontra egiteagatik bakarrik ,baina agian beste bukaera bat emango nioke ipuintxoari, barre batzuk egiteko edo:<br><br>
"El buscador siguió observando las piedras blancas y se detuvo sorprendido en la mas grande. El cuidador del cementerio, al darse cuenta de la piedra en la que se fijó el visitante, sonrió y quedó a la espera de la inevitable pregunta:<br><br>
-Dios santo! Mire! Esa piedra afirma que Jacinto Fanfarroni vivió 236 años, 11 meses y 11 días!<br>- Sí, así es! Tuvo suerte ese cabrón, su vecina era ninfomana y farmaceutica."<br><br>jua jua jua

Sugoi

Sugoi 2007-12-30 14:24 #2

Niri ordea oso ipuin polita iruditu zitzaidan. Eta gainera, Mikel Markezek bere disketako batean bezala, oroitzapenak oparitzen dizkit.


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