¿Soy coherente?

xabierortizdeurbina 1456153721681 COGITARE et ENUNTIARE | 2012-01-22 03:28


¿Alguna vez se han preguntado si son coherentes, es decir, si todas nuestras frases que decimos en el día a día, todas las actuaciones que tenemos son coherentes entre sí? Probablemente muchos no y, al contrario, seguramente hemos criticado en multitud de ocasiones a otras personas que a nuestro juicio no lo son: ese tío va diciendo tal cosa y luego le ves haciendo tal, o ése va a tales manifestaciones y vota a ésos pero luego hace lo contrario. Seguro que todos hemos caído en ello. Pues tal vez sería interesante que todos hagamos el ejercicio que hacemos con el prójimo con nosotros mismos y, probablemente llegáramos a alguna conclusión,  porque la coherencia absoluta es una cualidad que no se da en el ser humano, ya que la nuestra es una especie cuya racionalidad e irracionalidad están en constante duelo.

Pensándolo se pueden crear  serias dudas sobre dónde se ubica realmente la coherencia, en la racionalidad o en la irracionalidad. Porque podemos afirmar que desde la racionalidad el ser humano actúa siempre de forma coherente y que hace las cosas premeditadamente, por lo que a priori parece posible mantener esa coherencia entre las diferentes actuaciones. En cambio, un animal, es un ser irracional completamente. Actúa por instinto. Cuando necesita comida la busca y come, cuando tiene frio busca cobijo o cuando viene un cazador se protege y, en cambio, resulta mucho más difícil encontrar una incoherencia en ellos.

La cuestión radica en que el animal actúa por instinto de supervivencia. Su único objetivo es sobrevivir lo mejor posible, el resto le da exactamente igual. En cambio, en el ser humano entran en juego factores como el  ¿qué le parecerá a no sé quién lo que hago?, ¿qué dirán?, ¿me apetece?,  ¿quedo bien si lo hago?, ¿me venerarán por ello? Por lo tanto es esta complejidad y esta vorágine de factores la que satura de carencias nuestra racionalidad y la que nos hace caer en incongruencias. Pero no se preocupen, simplemente son déficits de nuestra especie. Hay que asumirlo. Somos humanos, somos complejos y sumamente incoherentes.



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