Los elegidos

Desde que ETA pronunció sus últimas y tan anheladas palabras la clase política vasca se ha dedicado sobre todo -algo habrá que hacer-, a hablar en términos de pacificación, normalización política, reparación de las victimas y un largo etcétera de epígrafes demagógicos a más no poder, los cuales se han convertido en los principales elementos cazavotos desde que no se escuchan bombas y casquillos.

Basta remontar unos días atrás para poner un ejemplo de la calidad que desprende nuestra clase política, aquella que a juzgar por lo que escuchamos, nos va llevar más pronto que tarde a una armonía social de lo más esperanzadora. Me refiero a la bronca que se montó la pasada semana en el pleno del Ayuntamiento donostiarra nada más comenzar, donde una resentida socialista lastró el comienzo de la junta abriendo la boca cuando no le tocaba y el primer edil, tan majo el siempre, se enfadó y salió de la sala de juntas. Muy profesional todo.

En cambio, estos gurús de la política que en los plenos de ayuntamientos se pican y juegan al “ha empezado él” son quienes llenándose la boca de banalidades y con sus nauseabundos discursos van a llevar a este país a la pacificación social y a la normalización política. Ellos son los más indicados, ellos son los elegidos.