La razón de la masa

Con esto de las Elecciones Generales del próximo domingo se escuchan mucho palabras como soberanía, sufragio, democracia y demás términos que nadie sabe realmente lo que significan.

Esto me ha traído a la mente un fragmento de la novela “El viaje íntimo de la locura”, de Roberto Iniesta, en el que se cuestionaban todos estos términos arriba citados y el cual me hizo reflexionar y hasta estar parcialmente de acuerdo. ¿Por qué es lo más correcto que los gobernantes y altos cargos públicos en general los elija la mayoría? ¿Por qué ha de tener razón la mayoría? Tal vez el que elija la masa sea el menos indicado para ejercer cuán importante cargo.

Cuando se trata de elegir profesores, médicos, bomberos, jueces o demás funcionariado los miles de aspirantes a llenar esos puestos públicos pasan por sufridas oposiciones para las que se preparan durante meses y de las que únicamente los más preparados prosperan. En cambio, para gobernar una nación, un país, un pueblo o el enclave que proceda, cargo público donde los haya, basta con afiliarse a un partido, mostrar el careto por la tele y trabajarse una buena verborrea.

No sé hasta qué punto sería antidemocrático tratar de elegir a los políticos más preparados, más honestos y más inteligentes para que nos gobiernen, al igual que se eligen a los mejores médicos para que nos operen, pero esa antidemocracia nos arrebataría la tan democrática ocasión de poder votar al primer incompetente que aparezca por la tele. Mientras tanto, habrá que obedecer al viejo dicho de Winston Churchill de que la democracia es el menos malo de los sistemas políticos.