Iñigo
Iñigo Cabacas. ¿Se acuerdan? Yo al menos lo conservo perfectamente en mi memoria y, además, el reciente hecho de que el corresponsable de su muerte se haga un “más vale una retirada a tiempo…” y me voy de campaña, me ha provocado a escribir unos párrafos al respecto.
Porque sí, Ares se va, por la puerta de atrás, pero ileso, que es a lo máximo que puede aspirar después de todo. Se va con un muerto sobre la mesa y sobre todo, con la tranquilidad de que ya nadie se acuerda de Iñigo.
A esto último es a lo que más atención presto. ¿Qué hay del efímero ruido apela-patrias que se hizo horas después del suceso? Ya no se escuchan ni los ecos. ¿Qué ha pasado con la investigación que aclararía quien fue el autor del disparo que golpeo a Cabacas? ¿Acaso alguien ha leído algún ápice de información al respecto? Diría que hace muchas semanas que el caso fue arrancado de las agendas de los medios de comunicación.
Resulta apabullante la amnesia colectiva que son capaces de provocar desde arriba, simplemente empleando la indiferencia. La capacidad de los medios de comunicación de hacer olvidar un suceso realmente dramático que nos conmocionó a muchos, y del que hoy nadie parece acordarse.
Pero, no solo debemos tener muy presente a Iñigo, sino que, debemos acordarnos de que hay un señor que es el mayor responsable de lo que sucedió y que, lejos de conformarse con su absoluta impunidad, ahora se atreve a ser la imagen caza-votos de sus malditas siglas.
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