De rebajas!

El pasado sábado hacía una bonita mañana y a mí y a mi familia se nos ocurrió irnos al centro de Donostia a dar una vuelta y tomarnos algo por ahí, con eso de que era el penúltimo día de navidad, época de unidad familiar por excelencia. Al llegar allí la marabunta que me encontré fue realmente espectacular. Resulta que era el primer día de rebajas, en el que las tiendas comenzaban a poner los primeros descuentos, en torno al veinte o treinta por ciento, más o menos.

Pero esta ligera rebaja, con la cual en Zara una camiseta de doce euros te sale a ocho, o unos pantalones de veinticinco a diecinueve, resultaba ser suficiente para encender el motor consumista de cientos de personas, dispuestas a hacer minutos y minutos de colas y soportar todo ese trajín con el fin de ahorrarse un par de los rosas.

Me pregunto yo si todas estas personas que andaban a todo correr de una tienda a otra, realmente necesitaban toda la ropa que se pudieron comprar esa estupenda mañana de sábado. Me pregunto si se la llegaron a probar antes de comprarla, me pregunto cuántos euros se pudieron gastar esa mañana de forma totalmente innecesaria, me pregunto si en ese instante en el que iban al probador con cinco kilos en prendas encima se acordaron de que pasado mañana pueden estar en la calle, si es que no lo están ya, me pregunto cuál será su desgracia para padecer tal compulsión por comprar ropa y más ropa y, me pregunto por qué, ya que pasaban por allí, no se pararon un momento a escuchar a un hombre que junto a la puerta del Centro Comercial San Martín, tocaba “Romeo and Juliet”, de los Dire Straits. Lo hacía genial.