Basura de basura.

Hace unas semanas me preguntaba un amigo bilbaíno: ¿Qué os pasa en Gipuzkoa con la basura? Y yo le contesté que eso me gustaría saber a mí, porque a la vez que veo que todo el mundo tiene una opinión, aparentemente muy sólida además, tengo que reconocer que no creo que esté suficentemente informado como para tener la mía. Y sí, soy de los que consulta la prensa a diario.

Muchos podrán pensar que todo está servido y que la dicotomía Puerta a Puerta/Incineradora es lo único que nos queda, donde nuestro único deber es inclinarnos por una u otra, dependiendo, claro está, de nuestra tendencia política. Y digo yo, ¿Qué tendrá que ver la gestión de la basura con la ideología? Pues sí, parece ser que sí, porque he sido incapaz de encontrar algún votante de Bildu favorable a la incineradora o algún socialista o popular impulsando el Puerta a Puerta.

Esto es lo que pasa cuando nuestra clase política se dedica a coger la cuestión de la basura y a convertirla en mero instrumento político sin ningún pudor, soslayando la importancia que realmente tiene, porque creo que al contario que otras banalidades, esto sí es importante.

El efecto es que a la gente deja de interesarle y a los que les interesa, no tienen más remedio que acudir a los medios y ver como A le da una patada a B y B le devuelve una bofetada y, si se descuida, le prepara una moción de censura. Ya se sabe, a falta de tiros cualquier cosa basta.