Un camaleón en el valle de Olaberria.

La característica principal del camaleón es adoptar el color del entorno en que se encuentra, consigue así pasar desapercibido, elude el ataque de posibles predadores y, al mismo tiempo, consigue atrapar a sus presas por sorpresa.

En el valle de Olaberria se ha colado un camaleón. Sí, como lo lees. Algunos han detectado con facilidad su presencia porque ya conocían su trayectoria, pero para otros es difícil percibir sus movimientos.

Resulta que como existe un sentir popular mayoritario contrario a urbanizar en Olaberria, este "animal" ha adoptado el color que le puede hacer familiar y cercano, y que consiste en mostrar también su rechazo al segundo cinturón y creación de plataformas logísticas en este valle.

Evidentemente esa no es su verdadera intención, porque como sabemos, ya en el año 2005 cuando estaba en sus inicios el asunto Porcelanas, puso empeño en que la supuesta nueva fábrica tenia que trasladarse a Urune (Olaberria), y costó muchos esfuerzos modificar esa intención y que se asumiese fuera, en su caso, en Araso.

Más adelante, en 2008, se hizo público el Avance de Revisión del PGOU, que como recordamos fue objeto de exposición con carpa en Luis Mariano, en la que se planteaban nada menos que 12 rotondas en la carretera de Olaberria, plataformas logísticas y diversas urbanizaciones para actividades económicas. Este fue el punto de partida que asumió el PTP.

Más adelante, en 2009, el Consejo Asesor de Planeamiento estuvo más de seis meses bloqueado con serios intentos por conseguir se asumiese urbanizar en el valle. Así, se planteó en noviembre fuesen 40 Ha, en diciembre 26 Ha., y finalmente se asumió en Pleno de marzo, una vez constatada la posición minoritaria, a 11 Ha., y condicionadas a actividades que fuesen compatibles con el medio rural.

Es importante saber la evolución de este "animal", como ha adquirido este color que hoy luce y del "consenso" que alardea, porque existe el riesgo de que podamos llegar a confiarnos, y entonces, con su posible mayoría será cuando saque su larga y pegajosa lengua que le permita capturar su preciada, anhelada y deseosa presa.  

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