Una experiencia de documental antropológico en primera persona. La noción de distancia y el punto de vista. Miren Gabantxo-Uriagereka.

so 1467378181235 SO | 2020-11-15 09:12

https://addi.ehu.es/handle/10810/24568

Al estudiar mi propio pueblo, Bermeo, un pueblo de pescadores de Bizkaia, en el País Vasco, me uno al planteamiento de la nueva antropología y de los estudios culturales, tal y como los promueve Zulaika desde los Basque Cultural Studies (Douglass, 1999), es decir, atendiendo al análisis del discurso simbólico de las aparentemente banales actividades diarias de las personas. Saber cómo viven y cómo piensan los nativos de un lugar, respecto a “su mundo” constituiría el enfoque de una antropología, en la que el objeto de conocimiento fueran fundamentalmente “los otros”. En este caso, se da la circunstancia que “los otros”, también somos nosotros, -yo misma, la autora-, ya que el hilo conductor de este documental que presento, es saber cómo viven y piensan las mujeres que me preceden en una generación y me han educado y a quienes entrevisto en primera persona.

Es pertinente recordar las palabras de Julio Caro Baroja, que dio una lección de antropología y de historia junto a Joxe Miguel de Barandiaran, en el Museo San Telmo de Donostia, en alguna fecha entre 1968 y 1973 y dijo: “(...) lo que hay que hacer en la antropología es comparar lo que se recuerda con lo que se olvida, y luego explicar el por qué de la diferencia” (Greenwood, del Valle, & Pujadas, 1996:136) En este caso, se trata de reflexionar sobre el proceso de trabajo de la autora al realizar un documental antropológico y la paradoja de ser parte del propio objeto de estudio. Se presenta un avance del proyecto documental 1965-2010 Arrantzale familien eboluzioa Bermeon. Andraren ikuspuntutik azterturiko bi kasu, donde la autora cuestiona su propia mirada respecto a dos mujeres entrevistadas, que son su madre y una amiga suya de la misma generación, ambas palancas de cambio dentro de una sociedad tradicional, en proceso de modernización.