LA APUESTA

Desde hacía tiempo se estaba gestando una apuesta entre dos personas de la kuadrilla. Maider y Jonfer, Jonfer y Maider, Maider vs. Jonfer, Jonfer vs. Maider. Llegó el momento, 13 de agosto, sábado, 2011.

La apuesta: ascensión al monte por la mañana y el mismo día, sin descanso alguno, jaia y juerga. El resultado de la apuesta se conocería al siguiente día.

Ambos contrincantes se habían estado preparando en fechas anteriores, una en la parte de la juerga y el otro en la parte de monte, parecía que las cosas se iban equilibrando, pero ¿tan solo lo parecia? Para mayor intriga, en la apuesta entraron en juego otras dos personas de la kuadrilla, adjudicándoles el papel de daños colaterales; Enetz y yo. Enetz íba en equipo con Jonfer y yo con Maider. Erlantz se apuntó a la subida como testigo y posteriormente a la juerga.

8:00 de la mañana en el Irudi. Faltaba Enetz. Un aviso de su compañero de equipo lo saca del letargo y lo acerca al Irudi 30 minutos después. Estamos tod@s, pues hacia Bilbo entonces.

Llegamos y empieza la primera parte de la apuesta; la ascensión al Ganekogorta previo paso por la cumbre del Pagasarri. Cual grupo de montañeros ascendimos al Pagasarri sin más miramientos que un par de descansos y unas cuantas fotos, para posteriormente prepararnos el atuendo correctamente (hubo problemas con la ropa interior de alguno...) y salir, a continuación del debido cigarrito de otro miembro de la apuesta, hacia el Ganekogorta.

La cumbre se veía algo lejana, pero no tardó mucho en acercarse. Es de mencionar la buena marcha, disposición, esfuerzo e ilusión con la que tod@s llegamos a la cima del Ganekogorta, aunque un descansito hizo su respectivo daño y cortó el ritmo demasiado.

No tengo dudas de que l@s que estuvimos en ésa cima, en la que el resto de picos de los montes se veían arropados con una manta blanca de nubes, disfrutamos la ascensión, y aunque se sufriése por momentos (el muslo izquierdo de la apostante molestaba), sudores, respiración búfala... mereció la pena. La recompensa, en el refugio del Pagasarri, como no, unas pikas y cervezas, unas risas, comentarios... y descenso para casa.

Terminaba la primera parte, y a la vez, comenzaba la segunda. No faltó mucho tiempo para las pertinentes llamadas de control, en la que se recordaba la prohibición de siestas... y la hora de kedada para la jaia: de 18:30 a 19:00 como mucho, en el Irudi. No pude asistir a dicha segunda parte por problemas de salud de otra persona, por lo que Erlantz, que íba de testigo, tomó mi relevo como miembro de equipo de Maider.

Tiempo después de la hora de quedada se informa de que hay hundido un barco, el de Maider. "Me han hundido..." es la frase exacta. Saldría a flote posteriormente, ya que parece ser que los tragos tomados en Gernika, ya en fiestas patronales locales, igualaron la contienda hasta llegar a un resultado, a las 04:00 de la madrugada del domingo, de empate entre los contendientes. Parece ser un resultado definitivo, o como al principio del escrito se detallaba, o ¿tan solo lo parece?

to be continued...


Cumbre del Ganekogorta al fondo, la meta.


Los contendientes, contentos.


Contendientes, daño colateral y testigo, en la cima del Ganekogorta