Ministerio de Relaciones Exteriores condena actitud de EE.UU. sobre lanzamiento de satélite

Con respecto a que Estados Unidos intenta utilizar el tema de lanzamiento del satélite artificial coreano "Kwangmyongsong-3" en sus siniestros objetivos político-militares, el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de la República Popular Democrática de Corea dio el día 31 la siguiente respuesta a la ACNC:

Sobrepasa el límite la reacción excesiva de Estados Unidos al plan de nuestro país de lanzar un satélite artificial científico-técnico con fines pacíficos.

Si bien preconizaba que no vincularía los problemas humanitarios con la política, EE.UU. anunció que suspendería la implementación de su compromiso a la asistencia alimentaria a nuestro país debido al lanzamiento de satélite.

Esto significa la violación del artículo principal del Acuerdo RPDC-EE.UU. alcanzado el 29 de febrero, siendo un acto muy lamentable que quebrará por completo ese documento.

Además, en cuanto a nuestra invitación a los especialistas extranjeros para mostrar con transparencia la verdad del lanzamiento de satélite artificial pacífico, EE.UU. dijo que no enviaría a sus especialistas sino presiona a otros países a hacer lo mismo.

Es una actitud contrastante a su anterior insistencia en que nuestro país acepte a los inspectores de la Agencia Internacional de Energía Atómica para asegurar la transparencia de nuestras actividades nucleares.

EE.UU. tiene miedo a la confirmación objetiva del carácter pacífico del lanzamiento de nuestro satélite.

Lo describe obstinadamente como el de misil balístico de largo alcance partiendo de su siniestro objetivo político-militar.

Al pregonar que la "capacidad de misiles de largo alcance" de la RPDC representa una "amenaza al territorio norteamericano", EE.UU. quiere procurarse el pretexto de justificar e impulsar el establecimiento de su sistema antimisiles, rechazado por todos los países del Nordeste Asiático.

Lo que está haciendo EE.UU. buscará la nueva guerra fría perturbando la paz y la estabilidad de la Península Coreana y el resto del Nordeste Asiático.

No queremos discutir por ahora la gravedad de las consecuencias que provengan de la opción errónea de EE.UU.

Esperamos que EE.UU. tenga el valor de reconocer el lanzamiento de satélite artificial con fines pacíficos por un Estado soberano y compruebe así con acción su dicho de que no tiene la voluntad de hostilizar.

KCNA