EE.UU. y Sur de Corea deben actuar con prudencia

Pese a la fuerte protesta y condena del interior y exterior del país, Estados Unidos y los títeres del Sur de Corea iniciaron los ejercicios conjuntos militares "Key Resolve" y "Foal Eagle".

Cientos de miles de efectivos y equipos de guerra nuclear entraron en un estado de guerra, debido a lo cual, en la Península Coreana creó la más aguda tensión militar.

Los presentes simulacros son diferentes de anteriores desarrollados so pretexto de "ejercicios anuales".

Se despliegan apuntando a la RPDC que está en período del gran duelo nacional por la pérdida del gran padre de la nación quien dedicó todo lo suyo para la unidad de todos los coreanos y la reintegración territorial, razón por la cual nuestro ejército y pueblo redoblan sus indignaciones.

Los presentes entrenamientos constituyen una violación nunca perdonable a la soberanía y la dignidad de la RPDC.

Los belicistas interior y exterior del país no conocen demasiado de su contraparte.

Todavía hablan de una "provocación" de alguien para justificar sus actos bélicos, pero no podrán engañar a nadie.

El mundo ve claramente quién es el provocador.

El fautor es EE.UU. que con el plan de guerra de agresión al Norte desarrolla los ejercicios militares en el Sur de Corea y sus contornos movilizando a sus títeres.

EE.UU. es el destructor de la paz en la Península Coreana y el promotor de la exacerbación de la situación.

Ya que el imperio inició por fin los ejercicios de guerra de ensayo nuclear, guerra de agresión a la RPDC en contubernio con las fuerzas belicosas surcoreanas, nadie puede prever la futura situación de la Península Coreana, incontrolable hasta la fecha.

Si se desencadena la guerra en la Península Coreana, esto dará influencia negativa a la paz y la seguridad de la Península Coreana y la región.

EE.UU. y la banda traidora de Lee Myung Bak deben darse clara cuenta de las consecuencias que emanen de sus imprudentes provocaciones militares.

Nuestro ejército y pueblo están totalmente dispuestos a enfrentarse con los yanquis y títeres surcoreanos.

Si ellos actúan imprudentemente equivocando nuestra voluntad de defensa de la paz, se quemarán por el fuego encendido por sí mismos.