Locales de jóvenes en Eibar

Es cierto que el Ayuntamiento propuso unas subvenciones para tratar de "legalizar" la situación de estas lonjas. Sin embargo, la propuesta fue totalmente vertical ya que no contaron con los agentes implicados a la hora de preparar las bases de las subvenciones. Por otro lado, estas subvenciones fueron un fraude, ya que fueron presentadas como ayudas a jóvenes, y el verdadero objetivo era poder controlarlos desde el Ayuntamiento.

Las condiciones eran muy restrictivas en cuanto a la libertad de uso de la lonja, ya que limitaba los horarios de tal manera que el uso sobre el alquiler hacía que la rentabilidad con la que quedaban era nula, aún contando con la subvención municipal. Y es que tan sólo se ofrecían 60 euros mensuales, lo cual supone, aproximadamente, el 15% de la cuota (aparte van gastos de agua y luz, mobiliario y otros gastos de mantenimiento).

Estas subvenciones trataban de ser un parche sobre una problemática que no interesa solucionar desde su raíz. En reiteradas ocasiones hemos solicitado a los responsables municipales que estudien la posibilidad de abrir centros cívicos, cuyo funcionamiento podría ser similar al de los Hogares del Jubilado. Sin previa reflexión siempre se ha dado la espalda a esta propuesta. Así, a día de hoy en Eibar contamos con media docena de Hogares del Jubilado (de lo cual me alegro) pero de ningún centro similar para el resto de la ciudadanía. Hay un Gaztetxe conseguido a vísperas de las últimas elecciones, lo cual considero que fue determinante. Este Gaztetxe se consiguió a través de la ocupación y, aunque sus promotores siempre se muestran abiertos al resto de jóvenes, muchos lo sentimos como ajeno.

Desde el Ayuntamiento se promueve la cultura comercial pero no tanto una cultura participativa. Basta con recordar que las subvenciones se propusieron desde arriba, sin un previo análisis de lo que creían los participantes potenciales de dicha subvención.

Eibar no tiene alternativas suficientes para la gente jóven. Aquí es impensable que una cuadrilla no tenga local, y es una verdadera pena que desde entidades gubernamentales sea ese el tipo de juventud que se promueve. Cuando ocurre este tipo de incidencias se echan las manos a la cabeza, pero los jóvenes eibarreses hemos aceptado y asimilado la cultura que nos inculcan y nos hemos adaptado a ella como hemos podido. O nos ofrecen alternativas, o nos las buscamos, pero si nos las tenemos que buscar, que tengan en cuenta nuestras limitaciones económicas.