La búsqueda de la
inmortalidad ha sido desde siempre una de las grandes preocupaciones y
objetivos del ser humano. Como dijo Miguel de Unamuno, todas las personas
sentimos un “ansia de no morir”, un “hambre de inmortalidad”. El miedo a la
muerte es un sentimiento que todos conocemos perfectamente y por ello, las
religiones desde siempre han intentado aliviar esta inquietud ofreciendo a sus
seguidores una vida después de la muerte.
Una de las características
de la religión católica, judía o musulmana entre otras, es que la inmortalidad
es el paso siguiente a la muerte. La
Iglesia católica por ejemplo, busca que sus fieles lleven una
vida alejada de pecados y por ello, quien sea bueno en vida al morir irá al
cielo y disfrutará de una vida alejada del dolor, la miseria y la angustia. En
cambio, quien viva una vida llena de pecados irá al infierno y sufrirá torturas
durante toda la eternidad.
Las religiones siempre se
han aprovechado del miedo del ser humano para conseguir lo que quieren. La Iglesia toma como pecado
cualquier cosa con la que no esté de acuerdo e induce a sus fieles a que piensen
como ella. ¿Qué se puede decir de la posición que toma respecto al aborto, la
eutanasia, las relaciones sexuales, el divorcio, los matrimonios homosexuales
etc., etc.? Las religiones utilizan y manipulan el miedo que tiene el ser humano a la muerte y éste es un factor a favor
que tienen para llevarse a la gente a su terreno.
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