ELIJO YO Y NADIE MÁS

“Quería ser médico, tenía mi vida planeada. Una noche adolescente la truncó y desde entonces nada ha vuelto a ser igual. A menudo me pregunto qué hubiera sido de mí si hubiese podido elegir…” 

 Eso es lo que piensan muchas mujeres que en su día no pudieron abortar. El aborto es un tema que no resulta indiferente a nadie; o se está a favor o se está en contra.

 La Ley del Aborto está vigente en España desde 1985, y según esta normativa el aborto es posible en tres casos: problemas psicológicos y físicos en la madre, violación o malformación del feto. El Gobierno de España está trabajando en la renovación de la ley para que el aborto sea libre antes de las catorce semanas de gestación. Profesionales como Francisco Donat, ginecólogo y catedrático de Enfermería Materno Infantil, están a favor del cambio argumentando que no hay ningún riesgo médico dentro de ese periodo.  

En España no es posible abortar en todas las comunidades. En Navarra es ilegal la práctica del aborto: las navarras tienen que salir del territorio histórico para poder llevarlo a cabo. En la Comunidad Autónoma Vasca, aunque el aborto es legal, la Seguridad Social no lo garantiza. Muchos médicos evitan practicar abortos por miedo a ser presionados y criticados.  Es por eso que el 95.6 % de las vascas se ven obligadas a abortar en centros privados. 

Por encima de toda esta polémica está la libertad. La mujer tendría qué elegir que es lo que quiere hacer con su cuerpo, porque es suyo y de nadie más. La mujer debe decidir, ya que es ella la que tiene que sufrir todo el proceso del embarazo y sus posibles consecuencias. Con todo esto queremos decir que el aborto debería ser un derecho y no un delito.