¿Es Mario Bros un asesino?

game_over 1456132705080 GAME OVER | 2009-04-20 14:17

      

13 muertos, 24 heridos, el suicidio de los asesinos… es lo que pasó el 20 de abril de 1999 en Columbine. Desde el momento de la  masacre se ha intentado justificar el comportamiento de los agresores. Mucha gente alzó la voz al enterarse de que eran dos adolescentes adictos a los videojuegos, y por ello se especuló que podría ser la principal causa de la tragedia. Más adelante, se han dado nuevos casos en los que los asesinos también tenían relación con los videojuegos. Esto ha planteado un debate sobre dicho tema a nivel mundial.

¿Habrá sido Mario Bros el asesino de decenas de personas? ¿Es un peligro este personaje para la sociedad?  Desde el principio de los videojuegos, la violencia ha sido un tema recurrente. Ya en 1984, se creó el primer prototipo de éstos, en el que el tema era el lanzamiento de misiles. Más adelante, la cantidad de videojuegos violentos fue aumentando, igual que el acceso a ellos a través de la piratería y los gestores de descarga.

La gran cantidad de jugadores demuestra que el hecho de jugar a videojuegos violentos  no conlleva  que esa persona  tenga que convertirse en un asesino.  La función de estos juegos es entretener.  Resulta comprensible que una persona violenta se sienta atraída por ellos,  sin embargo no significa que  sea el juego el que vuelve  agresiva a ésta.

Según la universidad de Nottingham, aunque se produce una conexión directa entre jugar a videojuegos violentos y el cerebro, no se puede demostrar que aumente la violencia. El efecto parece ser el contrario, ya que su uso parece reducir la violencia real.

Hay que tener en cuenta que aunque  algunos asesinos sean jugadores de videojuegos, otros medios de comunicación muestran imágenes mucho más violentas y reales sin previo aviso en horarios infantiles. Entonces, habría que debatir cuál de las dos opciones es la causante de dichos asesinatos.

Por lo tanto, los videojuegos no incitan a la violencia. Es verdad que  todo en exceso hace daño, pero si se les da un buen uso, no tienen porque incrementarla. Violentas solamente se volverán aquellas personas que no sepan diferenciar entre el juego y la realidad.

 


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