divide y vencerás
Miguel Hernández perteneció en su época a uno de los principales movimientos de escritores antifascistas, que mediante sus plumas e ideas llevaba a la práctica la lucha contra el totalitarismo. No me agrada la idea de comprobar que tenemos a lo largo del mundo muchos escritores rebeldes y con conciencia, pero que al mismo tiempo no exista una organización internacional fuerte que los agrupe.
Fueron ese tipo de movimientos los que expandieron la utopía de un mundo nuevo; no crearon ni la dinamita ni el fuego, dado que dichas materias están dentro de nosotros mismos, pero sí lograron juntarlas y crear una explosión de esperanza en millones de corazones.
Siempre nos han enseñado, y hasta el más retrasado es capaz de deducirlo sólo, que la fuerza perdura en el grupo; no es mi intención transmitir que un escritor no sirve de nada, eso sería una soberbia estupidez. Pero es lógico pensar que mil cabezas piensan más que una, que mil brazos, corazones y oídos darían mucha más guerra que un par.
Nos lo demuestra
Los dictadores que basan su mandato en el culto a su propia personalidad no tienen futuro; en cambio las revoluciones siempre la tendrán, porque se puede acabar con los revolucionarios pero no con la revolución.
He ahí que en la unión está la fuerza.
Iruzkinak
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