Las vacaciones

Hoy vengo yo muy preocupado. Sí, porque hay un tema que me tiene en vela. Llevo temblando desde septiembre. Sí, sí. Desde septiembre. Y no se rían, que esto es muy grave. Lo que a mí me preocupa tanto, son las vacaciones. Y no cualquier escapada de estas de fin de semana, no no. Las de agosto.

Mi mujer empieza a hacer planes desde enero: “este año vamos a ir a la agencia y vamos a contratar un paquete turístico de aventura”... pero vamos a ver... que tendrá de especial eso. Sí el turismo de aventura lo he estado realizando años. Muchos años. O sino ¿cómo le llaman ustedes a ir en un Renault 5 sin aire acondicionado, a las dos del mediodía por M-30? Y además... con mi suegra  en la parte trasera del vehículo gritándote en la nuca que se mea.

Pero ahora lo ponen más bonito. El paquete turístico incluye: el vuelo, la estancia en hotel, la contratación de excursiones y el seguro de viaje. Muy importante este ultimo punto. Nadie sabe para que sirve. Nadie lo utiliza, pero todos lo contratamos... por lo que pueda pasar. Pues así; sales todo contento de la agencia de viajes con tu pack turista. Falta que te den las chancletas con los calcetines a juego.

Estas esperando que llegue el día del viaje pues te vas a deshacer de tu suegra, de la vecina, del perro del panadero (que siempre se te engancha al pantalón cuando vas a comprar el pan)... pero no es así.  Tu vas al aeropuerto, una hora antes, como te dijeron en la agencia. Y ves a miles de personas con maletas.  Buscando como locos la sala donde esperar. Tu también te echas a temblar, agarras a tu mujer del brazo y echas a correr como si estuvieseis en la selva y os persiguieran... ¡leones! Llegas a la ventanilla que os toca y sacas las tarjetas de embarque todo apurado, mirando alrededor como si alguien te las fuera a quitar.

La chica de la ventanilla, uniformada como las del Corte Ingles, te mira con cara sonriente y te dice: Señor, lamentamos comunicarle que ha habido Overbooking. Por un momento, te quedas con la cara echa un cuadro... ¿qué es eso de “overbooking”?... pues la peor palabra que puedes escuchar en un aeropuerto. Es como nombrar en un hospital <muerte> o, <policía> en un salón de apuestas ilegales. La palabrita anglosajona esta, viene a decir ... que te quedas en tierra. La compañía aérea a vendido mas billetes de avión que asientos tiene el boeing. Es como si mañana vas al cine a ver Mama Mia!! Te vende la entrada a un precio desorbitado y cuando llegas a la puerta, el acomodador te dice que esta completo, que tendrás que esperar. Eso sí, por un pequeño suplemento te dan opción de ver Harry Potter. Sí sí, porque la compañía aérea, con la intención de que no te enfades te ofrece viajar a otro destino añadiendo un pequeño gasto adicional. ¿Pero que se han pensado?...

Consigues al final, tras esperar horas en la terminal, viajar. Coger un avión que te lleva a tu destino. Pero ahi no acaba todo. Cuándo llegas a California, tus maletas ¡no estan! Las han enviado a Cancún. Según los agentes de la oficina de atención al cliente, en un par de días podrán traértelas... Sí claro, y mientras tanto me visto con las sabanas del hotel.

Bueno una vez de solucionar los papeles del aeropuerto y realizar las reclamaciones necesarias. Llegas al hotel. Según el resguardo, tu hotel es de cinco estrellas. Debe de ser que no leíste la letra pequeña, porque ya en el hall te das cuenta que algo no va bien. ¡Cuelgan arañas del techo! ¡Los sofás están desgastados! Espérate a ver la habitación... todavía queda debajo de la cama el calcetín del primer turista que paso por la habitación. Cuando se inauguró, allá por el 1980.

Como sea y con el cabreo que tienes, prefieres no discutir con tu mujer y te metes en la cama. ¡Parece que estas acompañado! Pelos rubios y morenos mezclados en las sabanas, pelusas... de todo. No sabes si quitarte el traje para meterte en la cama o pedir un escudo en recepción.

Al día siguiente... El sol ilumina la calle... y tu habitación, ya que la persiana tiene mas agujeros que un colador. Decides bajar a la playa a despejarte, porque hoy no estas para el turismo de aventura que tenias contratado.

 Que bonita la playa. Kilómetros de arenas blancas con aguas cristalinas, niños jugando con sus padres en la arena... Eliges un sitio y colocas tu toalla. Nada mas tumbarte pasa el niño de turno, que aun no sabe andar, pataleando en la arena; y te reboza por completo. Tras él, la madre... que te pide perdón con cara de desquiciada y tu respondes sonriente: no importa mujer, son niños. Realmente no piensa eso, pero que te queda. Te levantas a sacudir la arena de tu toalla.

Pero era mala idea. Aquellos niños que estaban jugando tan placidamente con el balón, te dan un balonazo y se te caen las gafas al suelo. Decides no tener hijos. A partir de este momento tus vacaciones se convierten en un infierno.

Cuando vuelves a casa tras todo este largo viaje,  “De aventura”, te a quedado bien claro que no debes volver a ir a una agencia de viajes, ni pisaras un aeropuerto y mucho menos iras a una playa en la que acepten niños.

Después de todo, el ir al pueblo con tu suegra donde te hacen quedar como un mamarracho delate de toda la familia... ¡no esta tan mal!