Bilbainadas

Hoy escribo este articulo con la vena del cuello hinchada, con la impotencia de un “giputxi” corriente que solo se altera cuando le tocan en hueso.

No soy aficionado a la bebida, precisamente, pero por motivos que no vienen a cuento me he visto en una licorería “intentando” comprar una botella de Txakoli. Para mi asombro el bodeguero me informó de la escasez y precio de estos caldos. ¡ Todo un atraco!

Mi sorpresa no quedó en eso. El gran golpe vino al decirme que el Txakoli, tradicional guipuzcoano, vizcaíno era el mas caro y valorado. ¡ Hasta donde habían llegado estos bilbaínos! Ahora venían con que las sidrerías y txakolineras tenían tradición arraigada en Vizcaya hasta que Guipúzcoa las importo. ¡A donde íbamos a llegar!

Por lo visto, no les basta con habernos plagiado hace 30 años nuestra Semana Grande donostiarra, versionada en la Aste Nagusia, mucho más vasca, ¡Donde va a parar!

No conforme con la realidad. Ellos “inventaron” el Euskera. ¡Pero que no lo usan, apenas!

La envidia les corroe por dentro. No pueden llegar a entender que Guipúzcoa es la cuna de lo realmente vasco.

Donde la tradición esta más arraigada y el eusquera se lleva en la sangre (siempre ay excepciones). Les corrompe hasta tal punto que ellos también han presentado candidatura a ciudad de la cultura. Mucho después de que Donosti presentara la suya para el 2016. Con razón que la presentaba San Sebastián: El Victoria Eugenia, Maria Cristina, Kursaal, Alderdi Eder, Bulevar, Aquarium... Y las insuperables 9 estrellas michelín de los restaurantes guipuzcoanos (los tres situados en la periferia de la capital guipuzcoana). Donde van a ir a para ellos; con su plaza de toros, ese museo que nadie sabe como se escribe su nombre o el GRAN ARRIAGA; sí sí, en letras mayúsculas.

Solo les falta decir que la tamborrada tradicionalmente se hacia en Bilbao pero que dejaron de practicarlo por dejar dormir a sus vecinos y entonces comenzaron los ñoñostiarra, o que los pintxos tiene patente vizcaína... ¡Ja! Tiempo al tiempo, todo llegara. <A. Morillo>