El MST brasileño contra el “tren bala”

Alrededor de veinte personas pertenecientes al Movimento dos Trabalhadores Rurais Sem Terra brasileño han visitado el día 19 las obras de construcción de lo que ellos llaman el “tren bala”. Después de acercarse a la zona de obras, participaron en un intercambio de experiencias con la gente que, en esos momentos, se encontraban en el AHT ez Gunea. Así, contaron el surgimiento de esta organización cuyo objetivo final, además de la liberación de tierras propiedad de latifundistas y la implantación de una agricultura sostenible es la reforma agraria y el cambio de modelo social. Más de 150.000 familias están acampadas en los campos brasileños en reivindicación de tierras y más de 120.000 están ya en asentamientos aunque siguen participando en el movimiento ayudando a los acampados ya que “la lucha no termina cuando una familia consigue tierra a nivel individual porque no se ha conseguido la reforma agraria, la salud, la educación… para todos”. Respecto al TAV, los representantes del MST mostraron su asombro de que, en un lugar con tan poca tierra, se vaya a utilizar ésta para la construcción de un proyecto que, según ellos, “acaba con el sentimiento, agrede a la naturaleza y a las personas”. “¿Qué va a ser de los agricultores?. ¿cómo va a vivir la gente con algo así al lado?”- se preguntan. Para ellos, el TAV, “prioriza la velocidad de las máquinas sobre el bienestar de las personas ya que no es cierto que sea un proyecto para asegurar la movilidad de la gente ya que, este movimiento, está impedido por las fronteras. En realidad, el TAV es un símbolo de la globalización y del movimiento que tiene el capital para especular”. De esta forma, consideran, tras visitar el pequeño pueblo de Urbina, que con proyectos como los del TAV, “lo local se está convirtiendo en víctima de ese proceso perverso de globalización económica y social y sobre todo, ¿por qué se invierte en aumentar la velocidad de las máquinas y no en asegurar el bienestar de la gente?”.